En los tiempos que corren, donde abunda la ignorancia y la incomprensión en muchos lugares del mundo, no podía faltar la miseria de espíritu, ni la desesperación del alma.
Veamos que pasa cuando un terapeuta trata de forzar demasiado la rueda de su negocio.
Cierto es que tiene que velar por su negocio, pero no a costa de nadie.
Lo mismo, un paciente ha de velar por su salud y su bolsillo, pero no a costa de menospreciar e infravalorar económicamente, éticamente ni moralmente a la persona que (supuestamente preparada) ha buscado para asistirle.
Veamos qué es lo que puede ser mejorado:
Un profesional o terapeuta TRATA DE «ENGANCHARTE» EN EXCESO PARA UNA PRÓXIMA SESIÓN CUANDO TRAS UN TIEMPO DE TRATAMIENTO (no vale una semana o un mes, y más cuando hay problemas generados a lo largo de toda una vida), LAS SESIONES SE PUEDEN ESPACIAR.
TE SIENTES OBLIGADO A ACUDIR.
Se debe saber que hay casos en que no se ve mejoras hasta que no pasa un mínimo de seis meses. Yo misma necesité persistir más de tres años de esfuerzo y búsqueda del profesional adecuado (más allá de mí) para mí.
Con el tiempo, descubrí que mi mejor guía era yo.
Y que, el trabajo de autoconocimiento y autoayuda, dura toda una vida.
Así que, a tomarlo con calma.
Y si no podéis, u os enfadáis al leerlo, unos buenos manotazos a la almohada van de cine.
La desesperación muchas veces es inevitable que surja.
PERO CADA UNO NECESITA SU TIEMPO PARA TODO.
Yo he estado en todos los bandos y de todas las maneras posibles.
Otros nos podrán guiar, pero nuestro mejor terapeuta, el que mejor nos puede conocer y cuidar somos nosotros mismos.
Al principio es duro aceptar esto y lleva tiempo y un FUERTE TRABAJO DE SUPERACIÓN INTERIOR, pero es la antesala de la RESPONSABILIDAD PERSONAL.
Escribo en mayúscula para destacar esta parte, disculpad:
- SI UN PROFESIONAL O TERAPEUTA TE FUERZA PARA QUE COMO PACIENTE VUELVAS, NO ES PARA TI.
- SI NO TE DEJA ESPACIO PARA PODER ENTRENARTE TÚ CON SUS SUPUESTOS CONSEJOS, FUERA. TAL VEZ NECESITE VER QUE SU NEGOCIO NO AVANZA O QUE ALGUIEN LE TRATE IGUAL. CADA UNO, VA A SU RITMO, SIEMPRE Y CUANDO ESTABLEZCAS UN COMPROMISO SERIO. EN ESE CASO, NADIE DEBE PRESIONARTE PARA QUE AVANCES MÁS RÁPIDO. PRESIONAR BLOQUEA LAS COSAS.
- SI ERES UN PROFESIONAL, Y UN PACIENTE TE FUERZA PARA QUE LE AYUDES A CURARSE CUANDO ÉL NO SE ESFUERZA Y TE EXIGE MILAGROS EN LA SEGUNDA SESIÓN, O YA DESDE LA PRIMERA, EL PACIENTE TAMPOCO ES PARA TI. NI EL SE DA LA OPORTUNIDAD NI TE LA DA A TI. FUERA. TAL VEZ NECESITE DAR MUCHOS MÁS TUMBOS, PARA DARSE CUENTA DE QUE, A SOLUCIONES RÁPIDAS CON UN INCOMPETENTE, RECAÍDAS RÁPIDAS QUE PRECISARÁN MÁS DINERO, ESFUERZO Y DISGUSTOS. TAL VEZ NECESITE, QUE ALGUIEN LE EXIJA COSAS DEL MISMO MODO, PARA VER QUE MUCHAS COSAS DEPENDEN DEL PROFESIONAL, OTRAS DE LA PERSONA Y OTRAS DEL CURSO NATURAL VITAL.
Antes que nada debo decir que, como paciente, uno está acostumbrado a no pagar de forma directa o visible por los tratamientos que recibe vía pública a través de la seguridad social.
Esto hace que muchas personas consideren como caras terapias que lo valen, y caros a profesionales que sí lo valen y que no tienen por qué vender su potencial a cambio de hasta cuatro euros la hora, como a mí me han llegado a ofrecer.
DOS FRENTES RESPONSABLES
El problema aquí viene por dos frentes.
Uno es la falta de perspectiva y apreciación del valor de las cosas por parte de los pacientes. Cuando uno no paga directamente por el servicio que recibe, comienza a exigir que todo debe ser barato o serle dado prácticamente gratis cuando hay profesionales que por lo privado llevan años de experiencia y efectividad a sus espaldas. El problema es que muchos acostumbrados a no esforzarse ni cuidarse, desean solucionar problemas de años con la pastilla milagrosa en menos de medio año, y ya digo mucho.
Para mí pasaron más de tres años antes de que pudiera realmente afirmar que me estaba sintiendo mejor, y en gran parte fue debido a mi perseverancia y esfuerzo por discernir profesionales que me atendían, y observar qué era lo que me conducía a la salud y lo que me conducía a la enfermedad. Durísimo, y uno pierde la paciencia y las ganas de vivir, y no una, decenas de veces. Pero al final compensa más lo que uno hace para sí mismo.
Evidentemente, hay que comprender que muchos no disponen de los medios económicos necesarios.
Entonces aquí lo que hace falta es aprender a usar el trueque, a llegar a un acuerdo y algo mucho más importante, ENSEÑAR (y dejarse enseñar) A LA POBLACIÓN EL VALOR DE LA GESTIÓN DE SUS FINANZAS, SU TIEMPO, SU ESPACIO Y SU ENERGÍA DESDE BIEN PEQUEÑITOS.
Y TRABAJAR ESTO CON LOS NO TAN PEQUEÑOS
Otro frente es que ya con demasiada frecuencia se da con los terapeutas inadecuados y poco preparados realmente. No juzgo lo que cada uno sepa o no, tenga buenas intenciones de ayudar o no. Pero hay que darse cuenta cuándo uno se mete a un jardín que conoce poco y no hace sino meter la gamba continuamente.
Ya hay demasiados que se meten en el mundo de la Salud, ya no sólo de las terapias naturales. En el mundo de la Salud, los englobo a todos. Es necesario que un terapeuta o profesional, con título o sin él, esté en el bando que esté, esté formado en la mayor cantidad de disciplinas posibles, y SEPA RELACIONARLAS PARA CONOCER LAS COSAS PRINCIPALES que influyen continuamente en la persona. Para así poder, conociendo todo, poder centrarse (que no especializarse) en la terapia/s, o técnica/s que mejor se le dé por don natural.
Y que incluso desde ahí, desde un conocimiento genérico, decida especializarse si así lo desea, pero no sin haber pasado antes por lo básico.
Imprescindible la empatía y la asertividad, trabajadas o innatas.
De lo contrario nos toparemos con buenos profesionales o terapeutas, pero con el corazón más cerrado y soberbio del mundo. Si eso que es una de las cosas importantes no lo tiene trabajado ni lo aplica, para mí no está preparado para meter las manos a menos de dos metros de nadie. Más que nada porque lo que arregla por un sitio, lo destroza por otro. No necesitamos más pacientes incomprendidos por la ignorancia de un profesional.
Lo mismo con personas con buena voluntad, pero con relativamente poca sabiduría y conocimiento.
En muchos casos, la buena intención ayuda a sanar. Pero para los casos más difíciles además hay que saber.
Y no poco precisamente. Ciertas personas que acuden como pacientes, no pueden permitirse ni el lujo ni el bolsillo de que el profesional o terapeuta no sepa qué puñetas está haciendo con él.
Debo decir, que cuando una persona, harta de haber empeorado en el sistema público, decide ir a una consulta privada, lo último que necesita son incompetentes que vacíen su bolsillo para nada. Y que encima no le ayuden.
Recordemos también que hay bastantes ocasiones en que una persona enferma, no puede trabajar o tener ingresos estables (o ninguno) como para estar sacándole los riñones cada vez que acude, y que encima no le funcione lo más mínimo tras haber estado acudiendo a consulta durante meses.
Una cosa es no tener dinero ni para pagar facturas ni llegar a fin de mes, y otra muy distinta es ser capaz de invertir un dineral por ejemplo en nuevas tecnologías, ropa…etc (que lo veo bien, cada uno a lo suyo) y no poner límites a pagar por cosas que NO SON NECESARIAS, y poner todo tipo de pegas cuando se trata de PAGAR por recibir salud, que SÍ ES NECESARIA.
La salud no es lo más, pero sin ella, no hay trabajo, sin trabajo, no hay dinero, y sin dinero, no hay ni móviles, ni ropa, ni nada de nada. Y al final, peor salud.
Básicamente, un profesional no debe regalar su trabajo todo el tiempo. Pero tampoco sacarle los ojos a nadie a nivel económico. Y un paciente, ni debe pagar por un tratamiento que tras meses y años ve que no es efectivo; pero tampoco en todo lo que concierne a invertir en su salud: No debe alegar que no tiene dinero para eso, para salud de CALIDAD, cuando para otras cosas superfluas, que generan adicción y que además le perjudican no le importa gastar lo que haga falta (ropa para morir enterrado, atracones de comida, miles de aparatos tecnológicos, varias casas, coches…etc o cualquier tipo de adicción procedente de la avaricia centrada en una completa irresponsabilidad).
El problema se da cuando un paciente desesperado por curarse se topa con un terapeuta desesperado por sacar dinero para vivir.
Y al final, ni uno se cura ni sana, ni el otro obtiene medios para vivir.
Y si uno se cura rápido, vuelve a caer en la enfermedad, y el otro, a veces es capaz de dedicarse a vender pastillas comerciales de todo tipo, antes que a PREVENIR Y FOMENTAR LA SALUD.
Terapeutas que se dejan llevar por el miedo a no llegar a final de mes, hace que fuercen a las personas que les buscan, a pagar más de lo necesario por no tener ni puñetera idea de lo que están haciendo, y por hasta hacerles sentir presionados para que se compren ciertos suplementos.
Donde por supuesto, muchos de ellos reciben comisión. Esto hace que vayan enganchando a la persona semana tras semana, mes por mes y así. Y si la persona mejora y se cura y sana, genial. Lo vale, DE VERAS. Pero si no se va viendo resultados con el tiempo, y a uno no le hacen sino venderle pastillas y más pastillas, ofreciendo soluciones demasiado rápidas no es recomendable.
Esto no es difícil, la desesperación es algo que se huele. Y muchas personas llegan al punto de estar al borde de la muerte para buscar ayuda, y al final acaban por atraer al profesional menos capacitado, y también, más desesperado.
Y muchos profesionales acaban por quedarse con los pacientes que más prisa tienen. Cualquier paciente vale para sacar dinero.
LA RELACIÓN MÁS BENEFICIOSA
Lo ideal es que la relación se vaya empezando a equilibrar.
Que un profesional sepa UN MÍNIMO lo que está haciendo, ESTÉ PREPARADO A NIVEL DE BASE CIENTÍFICA PERO TAMBIÉN DE FE, DE CONOCIMIENTOS Y SABIDURIA, que además tenga empatía y asertividad.
Y luego que además, el paciente esté dispuesto a ser perseverante para curarse. O al menos, a entrenar al perseverancia, por sí mismo.
Que el terapeuta no le saque los ojos económicamente al paciente cada vez que va, y que este esté dispuesto DE VERDAD a invertir en buenos terapeutas para mejorar la salud (que es de lo que se trata); en lugar de invertir en cosas que lo van a arruinar y a quitarle más la salud aún.
Cuanto mejor inviertan y optimicen tiempo, dinero y energía en el profesional MEJOR PARA ÉL, MENOS necesitará llenar vacíos con dinero ganado perjudicando a los demás o siendo perjudicado.
TRABAJEMOS JUNTOS LA RESPONSABILIDAD.