NO ES DIOS, SOMOS TODOS

He observado la vida del modo que voy a exponer.

Y muchos se están creyendo que así debe ser, y por eso tienen pánico a cambiarlo.

Porque no ven más allá.

Porque sólo creen y viven con miedo.

Porque no creen que pueda ser de un modo diferente.

Sólo conciben el miedo y el maltrato.

Sólo lo conciben así porque nunca han conocido formas de hacer las cosas desde el amor y la comprensión.

 

Pero cada vez hay más personas que comienzan a cambiar y a aprender desde el amor, por amor y en nombre del amor verdadero.

No perdamos nunca este concepto de vista.

He observado esto:

Tus padres te maltratan ya desde la concepción por no saber nada.

Desde el vientre te transmiten odio, rencor, miedo e incomprensión.

Así te gestas, así naces.

Y así te crías y vives.

Ni siquiera se plantean que sufres, y si sufres por el comportamiento de ellos y por no entender, como ellos no creen en que hayan sido capaces de instigarte daño, te culparán a tí del dolor que te infligieron.

Porque es lo que reflejas. Lo que les reflejas.

Ellos te culparán. Tú te harás mayor. Y haciendo honor a ellos, tratarás igual a tus hijos, a tus iguales.

Si te conviertes en jefe de otros jefes, irás escalando puestos si no empatizas con nadie por estar cerrado al amor.

Destrozarás a tus sublevados que nunca harán nada para cambiar nada por miedo, ellos destrozarán a sus empleados por miedo a no decirte las cosas a ti.

Sus empleados harán lo mismo, y así.

 

Al final, cada jefe o empleado que no pone límites por sentirse amenazado y ser amenazado a perder su trabajo destrozará a su familia para alimentarla, antes que perder el trabajo.

 

Al final, se cambia un sufrimiento por otro.

Casi todos eligen dedicar su vida al trabajo, en detrimento del tiempo y energía que dedican a sí mismos y familiares.

No juzgo, es necesario que pase lo que tenga que pasar para aprender.

Aunque en el fondo considero que demasiadas personas en el mundo sufren y ya han sufrido bastante, incluidos nuestros ancestros.

Tu superior te destroza, tu destrozas a los que consideras por debajo.

Estos así sucesivamente.

Al final, siempre sufre los nuevos niños que vienen dentro de cada familia, que repetirán el patrón.

Seas jefe o empleado, ¿sabes lo que estás haciendo?

¿Sabes el mal que estás creando? ¿Decides seguir la cadena cuando eres padre o madre de un hijo, de una empresa, de un país?

Gracias a gente como tú, tu vida está sin amor, destrozada, y tú eres un instrumento más que decide no ser consciente y seguir haciendo daño.

¿Hasta cuándo?

 

MIEDO

EL MIEDO SÓLO SURGE CUANDO NO SE VE NADA, EN LA OSCURIDAD.

 

 

 

El jefe que más alto llega en la Tierra, llega no siempre porque valga para lo que hace, sino porque nadie tiene valor para pararle los pies.

 

Gracias a tu cobardía e ignorancia, te destrozas y destrozas.

Tú pones los límites a tus jefes. Y ellos o a los suyos.

Y por no hacerlo todo está como está.

Un jefe deja de serlo cuando ya no tiene a nadie a quien dirigir, a quien manipular.

Si es buen mandatario, no necesitará que nadie se marche pues será justo.

Pero el mundo está ya demasiado cansado.

En cualquier caso, hay jefes que tienen más mérito que muchos, que prefieren ser comandados sin asumir ni tan sólo las propias responsabilidades.

 

Con jefes o no, responsables somos todos.

TODOS SOMOS JEFES. DE ALGO.

 

¿Crees que es sano considerar que unos están por encima de otros?

¿Crees que es sano tratar a tu familia como a tus empleados?

¿Crees que es sano mirar de modo diferente a tus empleados que a tu familia? ¿O incluso seas quien seas lo es considerarse por encima cuando en realidad te ves por debajo?

¿Crees que es sano hacer tanto daño?

¿Crees que beneficia a otros que repitas lo que te hicieron?

Espacio en blanco para la reflexión…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si de verdad eres feliz, ánimo y adelante. Pero algo me dice que estás amargado si ni el dinero, ni el considerar a tus hijos o seres queridos (si los tienes), como algo que está por debajo de ti te hace más feliz.

Trabaja tu resentimiento, pero no lo pagues con tus empleados, compañeros, pareja, hijos.

Te sientes tan pequeño que necesitas creerte Dios para que no te hagan daño.

O maltratas o te maltratan.

O estás por encima o por debajo.

¿Acaso supone estar loco decir que todos somos iguales?

 

No confundamos, una cosa es que unos sepan más, otros menos, que unos sean mayores, o que otros menos.

 

Una cosa es que unos se hayan esforzado más o menos. Que unos estén más evolucionados y otros menos.

 

Pero sólo por estar aquí, ya se nos ha dado recursos suficientes que estamos destrozando y explotando para coger más de lo que necesitamos hasta el punto de la destrucción. Como los virus. Y encima quitándonos recursos unos a otros.

 

¿Recordáis esa escena de Matrix donde mencionan esto?

 

Tenemos recursos de sobra para vivir sin sufrimiento.

Muchos son tan nefastos en el conocimiento y en el lenguaje emocional y energético que vivir en la Tierra es un desastre.

 

Muchos son como niños, cogen y cogen y cogen sin dar nada a cambio, sin ganarse nada.

Se nos dio un libre albedrío para elegir.

Pero todo tiene sus consecuencias.

Si quieres pan, hazlo.

Si quieres algo, gánatelo.

Si todos fuésemos incondicionales y supiésemos dar y recibir, el intercambio se daría de forma natural y no habría bloqueos.

Pues todos darían y recibirían.

Y si alguien no da, se podría comprender por qué no lo hace, o si está dando de un modo diferente a los demás.

 

Pero en este mundo hay ya demasiadas personas que cogen, y cogen y cogen. Y enseñan a sus niños a hacer lo mismo. Y como consecuencia de esos comportamientos inconscientes, para que esas personas tengan más, otros se están quedando sin nada.

Especialmente aquellos que AÚN NO CONOCEN CÓMO FLUIR CON LAS LEYES NATURALES DE LA PROSPERIDAD BAJO TODAS SUS FORMAS.

PESE A ELLO, PODEMOS LLEGAR A LA PROSPERIDAD, INDEPENDIENTEMENTE DEL ESTADO DEL MUNDO. PERSEVERANDO EN NUESTRA RESPONSABILIDAD.

No se trata de que unos tengan más para que otros tengan menos.

O viceversa.

 

Lo inconcebible es que habiendo recursos abundantes y de sobra para todos los seres vivos de este planeta, haya millones de casas abandonadas y personas viviendo en la calle.

 

Que haya gente que mueva millones, y no sólo de dinero y se esté consintiendo tanta aberración con los millones que somos…

 

Muchos emplean el dinero y los recursos materiales y humanos en derrocharlos. Eso no es valor.

Ni valor de aprecio.

Ni valor de valentía.

 

Si pudiese salir al espacio y verlo todo desde ahí, y siento que ya lo veo, sentiría una vergüenza enorme de ver lo que se está haciendo y lo mucho que necesita evolucionar la conciencia colectiva.

 

Millones moviendo gente y gente moviendo millones…

 

El mundo es un espacio físico, y los recursos son los que son.

Los edificios, las escuelas, los hospitales, los lugares de trabajo, de ocio, no son más que eso, lugares.

Son las personas las que empujan esa energía que se crea hacia una motivación u hacia otra.

Y si la motivación primordial fuese el bienestar común, no estaríamos como estamos a estas alturas.

La motivación primordial de muchos es egoísta, y por eso hay cosas que no están cambiando y que contribuyen a estancar las relaciones entre los seres.

Los seres son los que estancan la enseñanza, la salud, la libertad, el conocimiento, la sabiduría, el desarrollo financiero.

Los derechos humanos están escritos. Muy bien. Pues no son más que eso, letras escritas que de nada sirven si nadie hace por llevar a cabo.

Un edificio no vale para nada si las personas que lo ocupan no hacen nada por impulsar algo que les motive con un beneficio común.

 

No se trata de que para que unos tengan más otros deben quitarse, pero a escala Universal, existe unas leyes que rigen y velan de forma natural y por sencilla inercia. Y estas leyes que tienden a equilibrar todo son las que contribuyen a que todo funcione.

 

Imagina tu cuerpo.

Un día comes chocolate y disfrutas.

Te dan más chocolate y disfrutas.

Tras una semana así, empiezas a aborrecerlo pero te vuelves adicto y quieres tres veces más chocolate.

Al final, el cuerpo comienza a dar señales de dolor, dolor de estómago.

Te cansas de tomar chocolate, pero no puedes parar y eso crees que te llena, por eso sigues.

Pero no piensas en las personas que hacen posible que tengas cada vez más chocolate en tu mano. Tal vez haya gente que esté empezando a trabajar de noche para recolectar y cultivar el cacao, sólo para que tú puedas tomar tres kilos de chocolate al día.

Y si te da la gana, por qué no, tíralo a la basura si no deseas más….¿no?

Llegará un momento en que te dolerá el estómago y el cuerpo tendrá un sistema de seguridad, que es el dolor, el daño, el sufrimiento para avisarte de que no vas bien.

De entrada con ese dolor, si prestaras atención regularías un montón de cosas. Si te controlas y eres capaz de parar, tu estómago se curará, y ya no tanta gente necesitará trabajar por las noches para que tú comas.

Todo se habrá equilibrado.

 

Uno de los enormes errores que continuamente comete el ser humano (y otras formas de vida con cierto nivel de conciencia y a la vez de potencial peligrosidad para el mundo, que son los animales, las plantas y minerales no tanto) es querer controlar todo, sin ni tan solo saber conocerse y por lo tanto lograr auto dominarse y auto controlarse.

 

No sabemos dominarnos. Somos demasiado vulnerables.

Eso está pasando con todo. Problemas financieros, de salud, conflictos entre países, problemas laborales, guerras entre familias, cambios climatológicos, liberación de tóxicos al espacio exterior, si os dais cuenta todo se debe a un desequilibrio. A que unos han cogido más de lo que necesitaban por ignorancia, incomprensión y mucho, mucho egoísmo.

Unas almas han de aprender a no coger más de lo que necesitan.

Otras a coger lo que necesiten y no menso.

Unas han de aprender a responsabilizarse más.

Y otras a cargar con menos responsabilidades.

Estas cuatro oraciones reflejan la causa de los problemas de este nuestro mundo.

El libre albedrío es la capacidad que se nos ha dado de hacer lo que deseemos.

Pero claro, con unas consecuencias.

Ni buenas, ni malas.

Buenas serán si la gente te consiente cuando tu haces mal, buenas serán si la gente te consiente cuando haces bien, malas serán si la gente no consiente cuando haces bien, y buenas serán si la gente no consiente cuando deseas hacer mal.

Todo es relativo.

Todo es un sistema que parte y tiende continuamente dentro de una rueda cíclica hacia el equilibrio.

Si una parte del sistema se descompensa, es decir, asume más carga, la otra parte del sistema tendrá que ceder, o soltar.

Si una parte del sistema se descompensa porque no asume ninguna carga, la otra parte deberá asumirla.

En cualquier caso es necesario entender quién empezó primero para no volver a repetir, y si no se puede saber, no es preciso obsesionarse.

Lo necesario es aquí y ahora comenzar a hacerlo bien.

Y del mismo modo que se cogió carrerilla para que todo condujese al sufrimiento, se cogerá carrerilla para que todo conduzca a mayor cantidad de armonía.

 

 

 

En cualquier caso, los detalles y las excusas a veces están de más. La historia se repite y siempre es la misma. Alguien egoísta, consciente o inconsciente que hace más o menos de lo que debe, que se responsabiliza más o menos de lo que debe. Ahí empieza todo.

Como decía, todo es cuestión puramente territorial.

Coged más de lo que se debe, o ceded más de lo que se debe, llega un momento en que la cuerda se rompe y al final todos se caen al suelo.

 

La clave consiste en darse cuenta que podemos permanecer sin caer si repartimos la cuerda, los recursos y dejamos de tirar demasiado o ceder demasiado.

Eso conduce a la RESPONSABILIDAD.

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPONSABILIDAD

Lo escribo varias veces, pues parece que es necesario que cale en el subconsciente.

 

Cualquier problema que se manifieste en tu cuerpo, en tus emociones, en tu mente, en tu campo energético y en el de cualquier ser (personas, animales, plantas, minerales, 5 elementos, almas en tránsito, espíritus ya en la luz), es porque algo o alguien ha tomado más de lo que debía o cedido más de lo que debía.

Pero como tenemos libertad, libre albedrío, pues aquí cada uno puede hacer lo que quiera.

 

Pero las descompensaciones y los desequilibrios existen para comprender el valor del sufrimiento y de aquello que deseamos. Pues el sufrimiento primero nos muestra lo que no deseamos para que comprendamos lo que deseamos.

 

Dicen que se nos creó a imagen y semejanza.

Somos imperfectos.

El Universo también lo es.

Se halla en continua expansión y contracción.

Esa es su perfección.

Y nosotros, las almas, seguimos ese camino paralelo.

Desde hace relativamente pocos años venimos experimentando la mirada hacia dentro, cuando antes todo salía hacia fuera.

 

El Universo está comenzando un ciclo de contracción, pues ya llegó a su punto de expansión, como muchas otras veces, una y otra vez (Big Bang).

 

¿Qué tal si ese fue su error, tratar de expandirse para tratar de llegar cada vez más lejos?

¿Ante el aburrimiento de la nada?

Una conciencia que necesitó y deseó expandirse y se dividió en trillones y trillones de almas.

El deseo, eso pierde a todos.

Sin deseo no hay sufrimiento, no hay nada, hay vacío.

Tal vez una conciencia común deseó crear algo para no aburrirse y se fragmentó en los millones que somos.

El Universo cambia, no se estanca, y nosotros igual.

Nosotros nos equivocamos.

¿Qué tal si al ser semejantes a la energía de la que procedemos, ella tampoco supo controlar sus ciclos más o menos extremos o equilibrados de expansión y contracción, haciendo que las almas estemos aquí, sufriendo y siendo felices.

Imitando al cosmos, luz y oscuridad…

Se hace necesaria una estabilidad que regule el caos, y un caos que regule la estabilidad.

O tal vez en su imperfección el Universo sea perfecto y no sepamos fluir con él manteniéndonos en el centro y de vez en cuando saliendo a los extremos para valorar el centro.

Los extremos no son buenos. Pero suelen ser beneficiosos, marcan el contraste del aprendizaje.

Se puede estar en ellos, pero no es lo más armónico.

Se requiere de más tiempo, energía y salud para ir de uno al otro.

Tal vez la perfección es reconocer nuestra imperfección.

En cualquier caso, si deseamos tener una mayor armonía, debemos fluir con el movimiento de contracción y expansión del Universo, sin rebotar de un extremo al otro.

Entre un extremo a otro, el Universo puede tardar lo que aquí conocemos como millones de años.

Y no lo hace una vez, sino muchas.

 

Tal vez no hubo un Big Bang, sino muchos más con sus correspondientes contracciones en un baile cíclico:

Contracción hacia arriba, como los orgasmos, muerte, recoger experiencias e ir hacia la luz, hacia arriba, mirar hacia dentro.

Expulsión, como los partos, vida, expandir, buscar y soltar la luz, ir hacia abajo, mirar hacia fuera.

 

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Start typing and press Enter to search

error: Content is protected !!