La vida, la muerte, en definitiva, la existencia y la escuela son, en realidad lo mismo.
La diferencia es que una escuela funciona bien.
Los niños de preescolar asumen lo que son sin saberlo, no se meten en cursos superiores.
A medida que los cursos aumentan de nivel, hasta finalizar la escuela, se marchan a lugares donde aprenden lecciones de orden superior, mientras siguen llegando nuevos inconscientes a preescolar.
En la realidad el caos es patente.
Los niños miedosos de preescolar tienen atemorizados al resto del colegio.
Los niveles superiores de primaria más directos se dejan dominar y amedrentar por los chillidos y el ruido de los niños de preescolar.
Por eso, muchos no llegan a niveles finales de primaria.
Porque se dejan arrastrar por el miedo de los más pequeños que dominan el mundo…porque les dejan. Porque les dan un biberón de leche agria de sangre y lágrimas de guerra y odio para que se callen.
Los valientes, para serlo, son los que pese al miedo, consiguen llegar a niveles superiores de primaria avanzada que les harán salir de la escuela por la puerta grande; para acceder a otros lugares que ni los de preescolar o de primaria básica saben que existe.
Son, aquellos aislados, que parece que no existen porque los niños de párvulos sólo ven aquello que hace mucho ruido o demasiado evidente; pero en cuanto se despistan, los de primaria avanzada les han vencido el terreno y ya están saliendo de la escuela.
Algunos pueden estar años en preescolar, y otros en menos de un año superar todos los cursos de la escuela de la Tierra.
La prueba es, que a medida que entramos en cursos superiores de conciencia, más resistencia tenemos frente a la masa ignorante que sigue llegando.
O menos…depende de cada uno.
Siempre habrá niños inconscientes e ignorantes llegando a párvulos, porque los que han avanzado y salido de los niveles más bajos, han ido dejando hueco.
Ese es el truco para avanzar y dejar el miedo atrás.
Si tuvieras que escuchar los nuevos chillidos de cada niño que entra rebotado, no escucharías al maestro que tienes por encima ni que llevas dentro de ti.
Ten en cuenta que, relativamente, siempre vendrán nuevas almas bajas que merecen aprender, pero tú has de pensar en ti, fijarte en tu evolución y no distraerte.
No les des demasiada importancia por muchas que sean o mucho ruido que hagan.
¿El mundo se acaba?
Eso llevan diciendo siglos aquellos que han pasado de preescolar, que saben un poco más, pero no tanto como los serenos que ya han salido del colegio.
Esto lleva pasando millones de años.
¿Acaso no os dais cuenta?
Y si tanto miedo tienen, ¿entonces porqué no cuidan más el mundo que temen que sea destruido?
¿Miedo a quitarse la venda y ver que son responsables, tal vez?
Precisamente, sólo quitarse la venda te hará superar la escuela, el instituto y la Universidad.
Sólo uno puede quitarse la venda.
Y mucho más.
Has venido para aprender tú.
Y sólo tú.
Otra cosa es que otros te sigan para aprender.
Eso sólo es una consecuencia.
La causa eres tú (Y TODOS) y el sentido de tu vida.
Nunca te dejes engañar por aquellos niños que dicen que has de cargar con el peso de los libros que van en las mochilas de los demás.
Pero no dejes de considerar que podrás salir vivo de esta vida, de este teatro, de este juego, de este circo donde todos volvemos a la misma caja, sin portar una enciclopedia en tu interior.
Una enciclopedia que no se ve, pero que se llama «espiritu», y que antaño se llamaba, «alma».
Y que existe, donde quiera que esté.
Ese es el conocimiento y la sabiduría que están en el aire del cosmos.
Al que todos podemos llegar y tenemos acceso continuamente, pero las vibraciones de odio nos hacen alejarnos.
El truco para llegar a la cumbre y seguir elevándose sobre otras cumbres consiste en saber el pasado, mirar hacia arriba, pero tener todo el tiempo presente un pie delante del otro.
Pero todo depende de si deseas ser capaz de llegar a las cumbres.
No te fijes demasiado en los problemas.
Ve más allá.
Ve, de ir.
Ve, de ver.
Proyecta todo más allá de lo aparentemente visible cuando te esté costando superar una prueba.
Sólo es un escalón más.
De los millones que pasaste, y que aún faltan.
Tampoco lo mires demasiado.
Cuando quieras darte cuenta, los niños de preescolar y de primaria habrán desaparecido, porque tú mismo dejarás de serlo y ya no los verás, ni te limitarán.
Ya habrás trascendido eso.
Y si, llegados a este punto, eres capaz de soportar la dificultad de las pruebas, pero usar en tu beneficio la herramienta del amor, sigue subiendo.
Si te cuesta, para y descansa.
Si el sufrimiento es extremo, sentirás que no podrás volver hacia atrás y no tendrás más remedio que seguir o quedarte parado el tiempo que indiques a la vida, mostrando tu nivel de preparación.
Si no puedes soportarlo, puede que elijas desconectarte ante el sufrimiento y esfuerzo que supone subir en los primeros niveles.
El sufrimiento desaparece en niveles superiores, no porque no esté presente, sino porque lo comprenderás, sabrás aceptarlo, manejarlo y guiarlo cuando aparezca, si aparece.
Si muchos no llegan hasta aquí, es porque han decidido volver a la comodidad de la estupidez y la ignorancia.
No confundáis esto con aceptar vuestras propias limitaciones, tener paciencia, integrar con calma y dejar que todo llegue a su tiempo.
La virtud está en el centro…
…dijeron hace mucho, los que estaban terminando el colegio.
También hace mucho.
Respetar nuestros ritmos forma parte.
Pero acomodarse demasiado evitando el sufrimiento, provocando hundirse inevitablemente en él, yo a eso lo llamo, enfermedades degenerativas, principios de enfermedad NO COMPRENDIDA NI TRASCENDIDA (CRONIFICADA) o nacer con deficiencias congénitas por incapacidad de superar la prueba de la tolerancia al sufrimiento extremo y la desesperación, frustración y fracaso continuos; que NECESARIAMENTE SIEMPRE preceden a los niveles de ALTA VIBRACIÓN, DE AMOR Y DE INTELIGENCIA SUPERIOR DIVINA Y SUPREMA.
Inconcebible por muchos, pero no por todos.
Pocos entienden qué hace uno más allá de la Universidad de la existencia.
Ni tan sólo se lo plantean.
Los que temen a la vida, se suicidan.
Ni qué decir cabe, que si de verdad deseamos avanzar, nos tiene que importar una mierda lo que los niños de preescolar nos digan.
No nos suicidemos por eso, pues cosas grandes vendrán después de grandes y continuas desesperaciones que parecieron interminables…
Pero tampoco olvidemos su labor, ni olvidemos las pruebas que también a su modo, los más pequeños superan, o correremos el riesgo de volver a caer.
Y esta vez, por mayor conciencia, la ostia será también, de mayor conciencia.
Los que temen a la vida y a la muerte se anestesian y desenchufan de la vida sin llegar a morir.
Utilizan sin querer, enfermedades o medios de autosuicidio durante toda su vida como son, el cianuro fácil de la comida rápida, la lectura rápida, los programas rápidos, los cursos rápidos, los trabajos rápidos, la muerte rápida.
Sin pasar por entender el sufrimiento. Y así enganchados en él, en la rueda de las encarnaciones, de por vidas.
Eso no quita que disfrutemos de la vida de vez en cuando, pero ante todo, abogo por el sentido del humor con conciencia.
Eso sí, y tener tiempo para soltar los sentimientos de mierda, que también es importante.
El llamado loco, visto así por el rebaño de niños con los mocos colgando, que trasciende todo eso, supera a los que iban por delante de él, que mueren antes, y a los que vienen detrás, que también mueren antes.
¿Truco o pista?
Tenemos un buen sistema de alarma…que muchos ignoran.
Son los que superan esto los que, yendo más despacio que rápido, sin prisa pero sin pausa, enfocados sin distraerse, pero relajados, los que trascienden.
Los que no vuelven atrás.
Los que se salen de la escala.
Difícil es que alguien comprenda esto o que no lo tome como una amenaza o ataque personal, si no es porque ya salió de preescolar.
Salirse de la escala conlleva, la felicidad, y la libertad.
Que es lo que, al fin y al cabo, todos nos propusimos aprender.
Para mí la felicidad y libertad extremas fueron, escribiros esto y mucho más, y recordarme a mí misma, todo aquello que escribo.
Espero, antes de salir del cole y graduarme para seguir en otras partes, poder pasaros los apuntes de todas las notas que he ido recopilando desde que entré al cole.
Y seguir estudiando.
Y que a muchos sirvan como otros me enseñaron a mí.
Todo, forma parte.
La involución, y la evolución.
Cuando el juego acaba, tú eliges si volver al principio, o dejarlo igualmente donde te quedaste.
Eso es la existencia.
Eso es…
SER.