O bien podría adjudicar otro título igualmente válido y asociado al tema: «LA CADENA DE LA CARGA Y LA CULPA»
Todo empezó cuando la semilla del odio formó parte de la otra parte: el amor.
Ambas se unieron y salieron despedidas en una gran explosión, antaño.
Fue hace mucho tiempo.
La semilla del odio estaba dentro de los hombres, las mujeres y todo ente existente.
En cada familia, se produjo un desequilibrio procedente del caos.
En el proceso de expansión, supervivencia de los humanos, nació la competitividad, el mal, el dolor.
Y se produjo un desequilibrio por el territorio, por la comida, por la tribu, por las mujeres y por los hombres.
Con ello, se evidenció la ignorancia que ya estaba en el ser, que buscaba expandirse para llegar más lejos en plena oscuridad, buscando la luz.
Con ese proceso de supervivencia, de miedos salidos a la luz de las nuevas conciencias con la evolución a lo largo de miles de millones de años, fue llegando la enfermedad, una y otra vez, una y otra vez.
La necesidad de supervivencia, el ansia de poder nacido del odio y el egoísmo y la ignorancia trajo consigo desequilibrios que provocaron estrés, rabia, y miedo continuo, y con ello, finalmente la enfermedad.
Y así, hasta nuestros días.
Las cosas no han cambiado tanto.
El enfermo moría, y permanecía en el otro lado junto con los no nacidos.
Con el tiempo, el avance en todas las disciplinas de la vida generó una mayor esperanza de vida, pero también una mayor exposición al trabajo.
Más medios, más esperanza de vida, más posibilidades de no abandonar al enfermo ni separarlo de la tribu para cuidarle.
Cuidar de un enfermo, al igual que sacar adelante una familia cargó a las personas.
Las mujeres cargaron con el cuidado y mantenimiento del hogar, además del trabajo en muchos casos en diversas épocas de la historia.
Los hombres cargaron con la parte más dura del trabajo, además de incluir a los niños que les acompañaban para aprender el oficio.
No sólo había que cuidar de los enfermos, sino de todo lo demás que era importante.
Independientemente de la clase social, de la época y de la zona geográfica.
Surgieron los conflictos a la hora de gestionar las necesidades de todos, y de repartir las tareas en general.
Lo bien que se hiciera determinó el cómo hoy hay familias a lo largo de todo el mundo que han ido aprendiendo del ejemplo de sus ancestros el aprender a manejar las cargas familiares frutos de los desequilibrios derivados de conflictos; y el cómo otras aún no han aprendido.
Si bien lo suyo es que a lo largo de las familias pasen por fases, es decir, que una generación se sepa gestionarse, y las siguientes, aprendan del sufrimiento para que las siguientes se acomoden y repitan el proceso de no saber gestionarse. Y desde ahí estancarse o aprender. Y transmitirlo a las siguientes generaciones.
O bien directamente unas lo aprendieron, y lo transmitieron, y a nivel de memoria celular cogió fuerza y fue transmitido con más facilidad en familias que a día de hoy, utilizan el peso de la organización para salir adelante.
Y lo mismo con familias que no aprendieron, y que aprendieron precisamente eso: nada.
Ahora bien, si hoy en día alguien tiene un conflicto con la pareja, la salud, la familia, los amigos, el trabajo, el dinero, o sufre una enfermedad, o todo a la vez, nos tenemos que remontar a lo que la persona ha absorbido de sus padres, abuelos o cuidadores, unido a la memoria ancestral genética con acceso a la parte mental, emocional y energética que lleva depositada espaldas atrás.
Y encontraremos a una persona relativamente joven que enferma. Cada vez más joven generación tras generación, hasta en muchos casos, algunos encuentran un campo tan imposible para la vida e inviable para la misma, que directamente nacen con muchísimos problemas, son abortados, o ya ni nacen. Directamente ni hay posibilidad de fertilización ni de fecundación.
¿Nos sorprende?
Imaginad.
Una persona joven enferma.
Puede que sea por muchas razones, pero nos centraremos en la causa correspondiente a las cargas familiares derivadas de sus desequilibrios que, Dios sabe en qué generación comenzaron para ser arrastrados y transmitidos a lo largo de las generación hasta llegar a esta persona joven.
Pongamos 25 años.
Esta persona, tal vez desde que tuvo uso de razón, tuvo que lidiar, y en cierto modo, «cargar», nutrirse y desarrollarse en el ambiente de una familia que gira en torno a un enfermo. Cuanto más cercano a la persona, mayor la carga y mayor el conflicto. No es lo mismo tener gestando media vida a un padre o madre enfermos que a unos abuelos, donde, si los padres y tíos viven, pueden asumir mayor responsabilidad.
Aunque si los padres no están, fallecieron o están ausentes, para la persona joven sería como si sus abuelos hubieran sido los padres.
La persona joven enfermó, entre otras causas, debido a que tuvo que cuidar, y cargar con un enfermo. Y por eso se puso enferma.
Pero es que la persona que estaba enferma, el padre o la madre de este joven, habían cargado cuidando de otros familiares de una primera, segunda o tercera generación (o todos a la vez). Y por eso enfermaron, y así.
La persona o personas contempladas como más fuertes de la familia en ese momento, fue/ron cargadas por haberlas visto fuertes el resto de la familia. Sin contemplar las necesidades de este, sin piedad se fue cargando, y la persona antes de enfermar, asumió y cedió por miedo y culpa, y por eso enfermó antes de tiempo.
El joven enfermó cuidando de uno de sus padres, y estos a su vez cuidando de los suyos y así.
Veamos.
Los que mejor lo gestionaron por ser conscientes a tiempo y repartirse el trabajo lo llevaron mejor hasta nuestros días.
Por eso, hay personas que no tienen padres o abuelos a su cargo, porque ya fallecieron o si siguen vivos, estos se mantienen más o menos autónomos.
Los que no lo hicieron, formaron familias basadas en la culpa y la carga, impidiendo a los vástagos poder desempeñar una vida normal, libre y con amor.
Todo para estos son apegos, culpas y miedos a hacer la propia vida. No es curioso observar, que los primeros que he mencionado no saben lo que es esto. Y pueden hacer su vida. O sólo han pasado transitoriamente por la experiencia de cuidar de otros, o los padres han cuidado de los abuelos. En cierto modo ha habido una regulación y un cierto equilibrio y respeto del orden familiar. Hay familias donde hay muchos hermanos y se reparten bien. Otros lo cargan en uno, siempre el mismo. Otros apenas son dos y no se organizan, otro sí. La conciencia de equilibrio nada tiene que ver con el número de miembros en la familia, tiene que ver con el nivel de evolución.
Los segundos, generación tras generación han visto limitadas sus vidas.
Si por atracción de emociones, naces en una familia que vibra emocional y energéticamente contigo, te darán una oportunidad para avanzar, pues la ignorancia y el resentimiento con apego han de ser purificados y corregidos. Pero no mediante un camino de rosas, sino más bien lo contrario. Nos topamos con nietos, jóvenes que están enfermos con menos de 30 años, que son impulsados a sentir culpa por hacer su vida y por eso han caído enfermos y se les culpabiliza además por eso, por YA NO ESTAR DISPONIBLES para que cuiden de toda la familia. Jóvenes que ya nacen, o tienen padres enfermos antes de cumplir los 30. Y además, con el avance tecnológico, el envejecimiento de la población, muchos sienten que no pueden mantener su propia vida, si han de asumir la carga de cuidar de dos padres y cuatro abuelos.
Algo que choca con otros, que no saben lo que significa un desorden familiar.
Algunos hijos tenidos con casi 40 años o más, que son llamados hijos bastón, para que los padres se apoyen en ellos y al crecer ven su columna completamente torcida y sin posibilidad de tener vida.
El Proyecto Sentido es un concepto utilizado en decodificación del árbol genealógico y el transgeneracional. Significa la intención con la que se tiene un bebé. Ni contemos la carga que se añade al tener un niño para que cuide de padres y abuelos.
¿SOIS CONSCIENTES DE LA CARGA QUE SUPONE EN VIDA PARA ESA CRIATURA Y LO IMPOSIBILITADA Y BLOQUEADA QUE VE SU VIDA?
¿Y SI LOGRA HACER SU VIDA, IMAGINÁIS QUE ESTIRPE DEJARÁ SI SÓLO HA APRENDIDO ESO?
Ya podréis imaginar hasta dónde se puede remontar en un árbol genealógico, con más de 20 generaciones atrás por ejemplo. Víctimas de víctimas como dice Louise Hay. Cargas de cargas de cargas y así.
Tener un hijo para no estar solo o sentirse realizado es uno de los actos más denigrantes que el ser humano puede llegar a hacer. Sin ánimo de culpar a nadie, puede que esto parezca un reproche pero no lo es. Estamos aquí para aprender.
Pero es necesario que muchos sepan el ENORME CALVARIO por el que pasa una persona que fue traída fuera del amor. Y muchos sin conciencia lo siguen haciendo. Fueron destrozados por sus padres, y al tener hijos sin sentirse realizados o felices de por sí, utilizan la infelicidad, la ignorancia o la presión social para tener un hijo.
¿CONSECUENCIAS?
Una persona enferma cada vez más joven, o con una vida bloqueada o llena de adversidades desde el nacimiento.
Tener un hijo por tener NO ES AMOR.
Tener un hijo porque todos lo hacen NO ES AMOR.
Tener un hijo por creer que ya en un futuro dará pereza o no se tendrá fuerza para cuidarlo NO ES AMOR.
Tener un hijo para cuidar de los padres o la familia NO ES AMOR.
Tener un hijo para sentirse feliz y menos solo NO ES AMOR.
Si estás enfermo, tal vez cargaste con alguien que cargó. Y ese alguien que cargó más de lo que pudo, fue cargado por otros que le cargaron y no dijo «basta». Y así sucesivamente hasta el principio más remoto de nuestro árbol. Por más duro que sea, si estamos en esa situación, la responsabilidad es HACERNOS RESPONSABLES DE NOSOTROS MISMOS, NO TENER HIJOS BAJO CARGA, CULPA, MIEDO O PRESIÓN, Y PONER LÍMITES A LAS EXIGENCIAS DE LA FAMILIA, LOS AMIGOS O COMPAÑEROS QUE NOS PRESIONAN, ALEJADOS DEL AMOR, Y QUE NO VALORAN NUESTRO BIENESTAR SINO EL SUYO EN LO QUE RESPECTA A NUESTRAS DECISIONES PERSONALES.
NADIE PUEDE NI DEBE DECIRNOS QUÉ ES LO MEJOR PARA NOSOTROS SALVO, NOSOTROS MISMOS.
SI LO HACE, MUCHO MIEDO E INSEGURIDAD HA DE TENER PARA BUSCAR COMPLACENCIA AJENA BAJO PRESIÓN.
NO NOS DEJEMOS ARRASTRAR POR ESO.
¿Véis el peligro que sigue habiendo trayendo niños de esta manera?
Mejor tener un hijo con conciencia, que tener muchos sin ella, ni tiempo ni amor para dedicarles.
Ya hay demasiados inconscientes. Demasiado odio, demasiadas guerras.
No necesitamos más. Eso es traer una vida al mudo para destrozarla.
Un padre y madre que se trabajan y aprenden a ser felices en su vida, con sabiduría y entendimiento, y deciden por el mero hecho de hacer el amor, ser responsables y tienen un hijo para que viva libre en el mundo, significa traer una vida al mundo además de protegerla.
Muchos que están en contra del aborto defienden la vida en sí, pero NO DEFIENDEN UN OBJETIVO DIGNO NI UNAS CONDICIONES CON LAS QUE LOS PADRES ELIGEN TENER UN NIÑO.
¿Estas personas consienten de igual modo una vida que va a ser destrozada?
No negaré que almas de baja vibración tendrán oportunidad de venir a avanzar.
Pero, ¿acaso traer niños en esas condiciones es amor?
Definitivamente no.
Los límites del odio no están definidos.
Si continuamos trayendo almas cada vez más y sin conciencia, el resultado será la destrucción de todo lo que conocemos.
SI DE VERDAD TENEMOS LA SEGURIDAD DE AQUELLO QUE ES AMOR Y RESPONSABILIDAD DE AQUELLO QUE NO LO ES, SERÁ EL UNICO MODO DE ATRAER ALMAS SIMILARES A NOSOTROS QUE DE VERDAD HAGAN AVANZAR AL PLANETA.
Me parece bien que todas las almas tengan derecho a encarnar. Hasta las más bajas.
Pero traer hijos a lo bestia, sin conciencia y sin control, ni poniendo límites ni enseñando ni aprendiendo a traerlas con amor, NO ES RECHAZO, ES DE INCONSCIENTES.
NO ES MIEDO, ES PRUDENCIA.
ES VER QUE EL TORO VIENE HACIA NOSOTROS PARA DARNOS UNA CORNADA Y NO QUITARNOS DE EN MEDIO.
El amor es firmeza, sabiduría, conocimiento, saber cuándo conviene retirarse y cuando no.
Y MUCHOS NO CONOCEN ESTA DISTINCIÓN NI HAN DESARROLLADO UN CRITERIO PROPIO.
Estuve enferma, mi columna torcida, apenas podía andar, dormir o comer. No sabéis la cantidad de personas que me reprochó no tener hijos. Muchas, especialmente mujeres, amargadas y arrepentidas de haber tenido hijos, deseaba que tuviera hijos en las mismas condiciones infernales que ellas, sólo para tener a alguien a quien culpar y reprochar la mala suerte de sus vidas. ¿Quién sino un hijo para culparle de todo? Ninguna mujer es culpable de sentirse culpable por haber tenido hijos, pero sí responsable.
Si yo hubiera tenido inseguridad, me hubiera dejado arrastrar por sus creencias, al igual que su inseguridad las hizo arrastrarse a tener un hijo cuando sentían que no estaban preparadas sólo por complacer a una sociedad que necesita ser feliz dictando cómo cada uno ha de hacer su vida.
Las personas, especialmente mujeres, con hijos o sin ellos, arrepentidas de haberlos tenidos o no, más avanzadas y con menos resentimiento, fueron las que me dijeron que hacía bien cuidando de mí y poniéndome fuerte antes de tomar la GRAN Y ESPECIAL DECISIÓN DE TRAER UN NIÑO AL MUNDO CON AMOR. Yo estaba segura de que, u ofrecía las mejores condiciones que podía dar de mí hacia mí, a mis hijos y a los demás, o no tendría hijos. Yo merezco amor, y mis hijos también. Y mi entorno también, y el mundo también. ¿No creéis?
Escribir fue mi primer hijo, mi primer proyecto. Y estoy bastante orgullosa del resultado.Precisamente por no haber tenido conocimiento de estas cosas en aquella época, hace 30 años cuando nací, tuve tantos problemas de salud con la muerte pisándome los talones.
¿Cómo yo puedo dar felicidad, salud y bienestar a un bebé, si yo no lo tengo en mi vida? Alguien no puede dar algo que no tiene o no ha aprendido a manejar.
Ninguna vida, por baja que sea merece venir para ser tirada a un contenedor o cargarla a una familia ausente que la descarga en la calle o en otras personas que NO TIENEN POR QUÉ HACER USO DE ESA RESPONSABILIDAD.
Cuando el trabajo, los roles, los cuidados, las tareas y la guía se equilibra adecuadamente en una familia, el poder individual se denomina RESPONSABILIDAD. Uno es persona, hijo y padre o madre hasta que muere. Y debe estar seguro de saber tomar esa decisión y cuando adentrarse en ella, en vez de hacerlo a la ligera. Los hijos de los padres no dejan de ser hijos al cumplir los 18 o 21. La sociedad controla a los niños hasta cierta edad. Todo son actividades extraescolares, revisiones médicas y supervisiones. Al crecer y trabajar, EL DESAMPARO AL ADULTO Y LA INCOMPRENSIÓN ESTÁN MUY MARCADOS. ¿Cuántos adultos perdidos? ¿Cuántos trabajadores al borde del suicidio? ¿Cuántas personas solas, con miedo a pedir ayuda? Pasamos de niños hipercontrolados, a adultos descontrolados por gobiernos más o menos rígidos dependiendo de la zona geográfica. Los hijos de la sociedad, dejan de serlo al crecer. LA SOCIEDAD ES REFLEJO DE LAS FAMILIAS PUES AHÍ NACE, EN ELLAS, EL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD. LO QUE PASA EN UNA FAMILIA ES LO QUE ACABA PASANDO A GRAN ESCALA EN LA SOCIEDAD DE UN PAÍS, DE UN CONTINENTE, DEL MUNDO. ¿QUÉ MÁS PISTAS QUERÉIS?
Cuando no es así, se le denomina, CARGA Y CULPA.
Las cadenas se han de disolver, con la responsabilidad y conciencia personal y colectiva.