Amado lector…

Ármate de paciencia y apertura antes de leer todos mis escritos.

No todos tal vez soporten todo lo que he de decir.

Lo lamento por todos aquellos acostumbrados a la comida y a la escritura rápida, o que tratan de conseguir todo a un «click».

Mi escritura tal vez lleve más tiempo de elaboración y digestión, pero será nutritiva para todos.

Mi escritura no está por lo general edulcorada o siempre sabrosa, para luego engañar al estómago que termina por ver que se ha intoxicado de comida basura o que se ha alimentado de «nada».

La nutrición es un proceso que se ha de respetar al máximo. Lo mismo la nutrición del cuerpo, que del alma.

La comida nutre el cuerpo, la ESCRITURA CONSCIENTE COMO MEDIO DE LENGUAJE, A LA VEZ QUE TODAS LAS FORMAS DE ARTE, NUTREN EL ALMA

 

Yo no necesito escribir lo que escribo, pues ya lo comprendo.

Pero comprendo que lo que sé, pueda ayudar a otros, y en definitiva a mí misma.

Lo que comprendí durante unos pocos años en que sentí perderlo todo, fue un rápido proceso mental, energético y emocional que despertó mi conciencia.

Ahora siento que lo que me llevó un mínimo de tiempo para comprender, me está llevando años escribir y explicar. Puede que muera escribiendo…

 

 

Nací con el nombre y los apellidos que me pusieron.

Pero me puedes llamar «Ebael», o «Senia».

Son nombres que YO escogí para mí.

 

En cualquier caso, mi nombre no importa tanto como el mensaje que deseo entregar.

 

 

 

Esto, al igual que todas las creaciones que emanan de mí, son para todos aquellos que deseen leerme, escucharme o incluso verme.

 

No importa tanto de dónde procede, cómo y cuándo ha sido obtenida la información a la que podáis acceder en todos mis escritos y creaciones.

Lo importante es centrarse en el contenido, cuestionarlo, probarlo, aplicarlo, jugar con él, discernir. Y establecer cada uno un criterio propio, único, original y auténtico, igual que yo hice.

Si bien lo que escribo llega a mi de forma continua, sólo tengo dos manos y la limitación de mi cuerpo físico, por lo que aún cuando no escriba, sigo recibiendo comprensión de un modo continuo. Mucho más hay dentro de mí que lo que escribo.

Hago en función de lo que mi salud me permite. Estoy en contacto continuo con mi alma, a la que escucho y me habla y susurra a cada segundo.

No deseo que nadie me crea, sin más.

Deseo que pruebes y evidencies por ti mismo todas las posibilidades que creas tener a tu alcance, que escojas un criterio propio con lo que mejor te funcione.

Espero que lo que yo no pueda hacerte entender, lo comprendas por ti mismo, o sean otros los que lleguen hasta donde yo no pueda, sepa o deba.

 

Se trata de hacer de mi experiencia de vida a través de la escritura, la comunicación y la divulgación algo sencillo (que no simple) para ti, comprensible y que aporte luz ante toda la oscuridad que abunda en nuestro mundo en estos momentos. No muy diferente de la oscuridad presente a lo largo de la Historia. Lo que no se aprende, se repite.

A lo largo de la Historia ha sucedido una y otra vez. Tenemos un aprendizaje pendiente.

Y ya va llegando el momento de aprender.

Ya toca DAR OTRO SALTO EN LA EVOLUCIÓN.

 

Trataré de hacerlo del mejor modo que pueda, y comunicarme de un modo en que yo pueda llegar hasta ti, hasta vosotros para que os sea más fácil comprender.

En cualquier caso, con mi ayuda o sin ella, tus momentos de continuos aprendizajes se darán a medida que vayas estando preparado@. Aún cuando yo pueda explicarme de todas las maneras posibles, muchos no entenderán. No porque yo no sepa explicarme, sino porque faltarán experiencias y conciencia, porque no será el momento, porque les faltará aprender de una mayor dosis de sufrimiento a través de otras personas o lugares.

 

 

MI LLEGADA A ESTE MUNDO

Nací de 6 meses de gestación, por cesárea y ante una placenta previa, en el año 1987, tras haber superado varias amenazas de aborto. Esa fue mi primera y violenta mudanza. No tuve contacto alguno con mis padres hasta que salí del hospital. Permanecí casi cuatro meses en una incubadora, sin más contacto físico que el de estímulos dolorosos (pinchazos, pruebas, monitorización…), plagada de enfermedades por no tener la columna, el tubo digestivo, los pulmones y el resto de mi cuerpo suficientemente formados. Me moví en medio de continuas paradas cardiorrespiratorias de las que, evidentemente, salí una por una. Si no, no estaría aquí y ahora escribiendo.

En aquella época no se conocía ni se llevaba a cabo el método canguro (sacar al bebé de la incubadora para ponerlo periódicamente y varias veces al día si es posible en el regazo y el pecho de su madre), por lo que poco contacto pude tener con mis padres y con todo el amor que podían enviarme. Siempre a través de un cristal…pero el amor fue y es MUCHO MÁS FUERTE.

Siempre me sentí sensible y consciente a todo. Pero para mí era lo normal. Aunque nada es normal, sólo somos únicos. A gran parte del resto de mi entorno, siempre sentí les incomodó hasta el punto que muchos intentaron cambiarme. Pero hubo otras formas de ser en mí, que les vinieron muy bien.

Y yo me dejé, y sufrí, pasando por grandes experiencias vitales de sufrimiento. En cierto modo, todos hicimos lo que pudimos, con lo que sabíamos.

 

 

Mi forma de venir aquí, supuso una desventaja enorme para comenzar el viaje de vida, con respecto a otras personas que no tuvieron tantos impedimentos continuos y que nacieron en condiciones «normales«.

Pero también ir por detrás, me colocó en una perspectiva de entrenamiento y finalmente de ventaja disfrazada de oscuridad, que me hizo siempre ir más allá de todo, hasta obtener una visión privilegiada a medida que subía…Mi leona de la infancia ayuda a mi leona adulta, y viceversa.

Eso sí, un tramo para nada carente de numerosos obstáculos y dificultades una detrás de otra, para alcanzar lo mismo que otros ya traían de serie. O que tal vez, pocos o nadie, hubieron alcanzado aún…

Las dificultades, de un modo u otro, todos las experimentamos en la vida, y nunca cada uno las percibe y siente de igual modo.

 

 

INFANCIA, JUVENTUD Y ENFERMERÍA

Fui al colegio y al instituto donde sufrí acoso escolar, algo que ya quedó atrás y comprendí. También esto forma parte de mis temas de concienciación. Siento que ningún tema escapa a mi necesidad de concienciar para simplemente poder, tener un hogar.

Después fui a la universidad. Y aprendí, pero más de las experiencias que de los libros, aunque siempre diré, que todo es necesario. Me formé como Enfermera y trabajé en hospitales, centros de salud, ambulatorios y ocasionalmente en SAMU. Todo durante diez años de un modo activo y extremadamente intensivo, pero por periodos muy cortos de tiempo donde quedaba agotada para el resto del año.

Creo que tardaría menos en deciros los servicios y especialidades por los que no pasé de todos los hospitales relativamente cercanos a mi lugar de residencia, que por los que sí pasé. El contrato más largo que he tenido en mi vida ha durado 8 meses. Con las consecuencias que eso conlleva.

 

 

Eso sí, LLEVO SIN PARAR DE TRABAJAR DESDE QUE NACÍ.

Nunca he estado parada. Cuando no trabajaba en hospitales, hacía cosas creativas.

El concepto de estar parado, es subjetivo. Tener un empleo, un contrato y que te paguen por él, no significa que trabajes, que disfrutes haciéndolo, que seas productivo o que necesariamente estés haciendo algo constructivo por ti mismo y el mundo. A veces, más bien lo contrario. O puedes trabajar como una mula sin tener contrato o reconocimiento, pero sólo tú sabes lo que has hecho.

Se debería realmente llevar a cabo lo contemplado en los DERECHOS HUMANOS. Bien parece que las leyes sólo parecen hacerse y aplicarse para cuando todo va mal. Pero no se da suficiente fuerza a aquello que es vital para los seres humanos y que ha de suceder por la propia inercia del bienestar.

Esta etapa trabajando en Sanidad me enriqueció mucho, pero paradójicamente el estrés de un sistema sanitario que no se sostiene, y que se supone vela por el cuidado, destrozó mi salud, y toda mi vida.

Digamos que sólo aprendí del sufrimiento.

Los contratos eran precarios, y los sueldos no compensaban la excesiva carga de trabajo que aumentaba con el paso de los días. Mi iniciativa, mi dedicación, mi enorme capacidad de trabajo y mi confianza en el sistema, terminaron en un pozo.

Fui una pelota que rebotaba y que el sistema usaba a su antojo. Una y otra vez pasaba por incesantes puertas cerradas donde no se valoraba nada que no fuera un test, un examen puramente mental, para seguir fomentando el ser una máquina de vender y exprimir sin sentimiento alguno. Vi numerosas muertes de personas dentro del corazón del sistema sanitario español, fruto de una cadena decadente de acciones y decisiones de una gran masa de pacientes, profesionales y gobernantes basadas en el pánico y la escasez. En definitiva, de la ignorancia. Tantas muertes innecesarias, o tal vez los familiares necesiten más muertes de un sistema incompetente para despertar y reclamar el derecho a una atención digna y a ser atendidos por profesionales que sean respaldados. ME TOPABA CON UN SISTEMA DE SALUD INCOMPETENTE QUE AÚN HOY NO CUIDA DE SUS MEJORES PROFESIONALES, que se sienten infravalorados en mi país, y en muchos otros.

Lógicamente, nada de eso era mi camino, nada me reflejaba a mí. Por eso me salí, por eso dejé de identificarme con un planteamiento enfermo disfrazado de salud en un mundo hipócrita de luz y color que busca la apariencia.

Me alegro de ser una inadaptada social que ha sido escupida de una SOCIEDAD IGNORANTE Y ENFERMA; pues eso significa que tengo cabeza, conectada a mi alma y al corazón.

Si soy expulsada por todas partes de un entorno enfermo, tengo buenas noticias para mí: estoy sana, tengo sentido común y no he perdido el norte.

Y ahora sé por qué sucedió todo eso.

Tanto me amo, que sin mi mente saberlo, mi alma me sacó (y me sigue sacando) de todos aquellos lugares que insinuaran la más mínima intención de esclavitud, represión, imposición o egoísmo. Yo no sabía nada, pero un poder supremo fruto de mi otra proyección al otro lado, me sacó del dolor, con dolor. No hubo otro modo al principio. Creí que fue por la desventaja con la que empecé mi vida, pero era mi ignorancia, y la de todas las personas que formamos el sistema.

Me enseñaron a cuidar, a creerme un Dios de los demás sin serlo, pero no me enseñaron a cuidarme. Es decir, LA SANIDAD ME ENSEÑABA A CUIDAR DE OTROS, SIN MOSTRARME CÓMO CUIDARME YO. Y como era de esperar, yo sola aprendí a bofetadas, hasta que dejó de ser así.

Mi vibración, y nivel de evolución eran más densos de lo que son ahora, y todas las experiencias que viví fueron de extremo dolor.

Me formé, especialicé y trabajé en Emergencias y Urgencias. Siempre estaba metida en circunstancias donde otros se hallaban al límite entre la vida y la muerte.

Aún recuerdo lo feliz que me sentí cuando tras reanimar a una persona como una loca y sin parar durante más de diez minutos haciendo compresiones, su alma volvió de vuelta a su cuerpo. Y su mirada, fue uno de los mejores pagos que he recibido en mi vida. Aún recuerdo el nombre de aquel hombre, y cómo pasó de la muerte a la vida. No olvido aún el brillo de sus ojos, ni el ramo de flores que propuso mandarnos a todo el equipo.

Esto no suele ser normal, muchos se fueron entre mis brazos después de haberme enganchado a ellos, subida encima de una camilla haciendo la RCP. Ni toda la fuerza de mi alma o mis brazos  los trajo de vuelta. No era asunto mío el que ellos vivieran o murieran, al menos en parte.

Evidentemente, lo que ganaba, no daba más que para mi formación, gasolina, comida, ropa…etc. Nunca pude en ese momento plantearme vivir ni de alquiler con lo que ganaba yo sola.

Me dejé arrastrar por todos aquellos de mi entorno directo que, desesperados me decían a mí, desesperada, que había que comer y que me metiera donde fuera con tal de sobrevivir.

Pero eso fue cuando yo me movía por el miedo.

Ya pasé por eso. Por eso no escucho hoy en día a aquellos que me dicen que deje de escribir, para meterme en trabajos miserables y que atentan contra mi integridad personal, y la de muchos que interdependen de mi labor, y de los que yo también interdependo.

En general voy sin miedo, porque muchas veces siento no tengo nada que perder.

Nadie podrá quitarme mi alma. A veces siento miedo, rabia y tristeza. Y dejo que habiten en mí, pues esos sentimientos también tienen su papel defensivo y de aprendizaje adaptativo a nivel evolutivo.

Cuando no tienes más que a ti mismo, un ordenador para escribir, una montañita de fe y un pedazo de sabiduría en tu corazón, ya tienes ALGO ENORME. En cierto modo, intento creer que tengo mucho más que otros. Y dar gracias por ello y valorarlo.

POR ESO DESEO UTILIZAR Y POTENCIAR MUY BIEN AQUELLO DE LO QUE DISPONGO.

 

Muchos habrán descubierto ya que sólo con pensar que hay que hacer lo que sea para sobrevivir, inclusive machacar la integridad ética y moral propia y ajena, el infierno se hace más grande, PARA TODOS.

Trabajé en lo que me salía como cuidadora infantil después de dejar el hospital, al ver que me estaba destrozando el sueño, la alimentación y las relaciones personales, a la vez que no me daba para vivir. Trabajé además como vendedora de bisutería y ropa diseñada y hecha por mí, haciendo curas y atención de Enfermería a domicilio. Añadido a la dura tarea de ama de casa, donde el trabajo nunca termina y no siempre es valorado.

 

A raíz de trabajos sanitarios dentro y fuera de hospitales, dentro y fuera del hogar, que no me permitían horarios flexibles para cuidarme; SUMADO  a un entorno que no comprendía esto, unido a mi ignorancia de lo que estaba ocurriendo, se creó en mí la enfermedad. Y no leve precisamente.

 

 

Arrastré insomnio durante diez años y malos hábitos de alimentación a raíz de hacer turnos continuamente descontrolados, unido a conflictos familiares sucesivos y continuos.

 

 

MUDANZAS EN BUSCA DE UN HOGAR

Ante la incomprensión del entorno familiar, social y laboral, que potenciaba más la incomprensión y la falta de apoyo emocional (nunca material, eso sí, doy gracias porque de eso no tengo queja) me fui de casa con 25 años sin apenas 500 euros en la cuenta y sin saber dónde ir. Mi pareja me acompañó.

Mi familia no tenía propiedades que dejarme. Lo cual tuvo su parte negativa, pero también positiva.

Cuanto más apoyo necesité entonces, aquellos a los que yo llamaba amigos de toda la vida me retiraron la palabra, ofendidos por rechazar trabajar en la sanidad española, sólo porque ellos no tenían trabajo y no comprendían que el trabajo a mí me estaba matando hasta el punto de no poder cuidarme yo. Ya no es que el trabajo no me compensara, es que además me estaba suponiendo un balance negativo ante el cual nadie luego me ayudaba a mí. Muchos me pedían ayuda física, pero yo ya no podía dedicar el cien por cien del tiempo a otros, fuera de un trabajo dedicado cien por cien a cuidar de otros. Hubo un momento antes de caer enferma en que sentía que toda mi agenda estaba repleta hacia el cuidado de otros. Sentía que yo no podía encontrar ni un segundo para mí. Y QUE ASÍ IBA A SER MI VIDA HASTA MI MUERTE.

Muchos a los que ayudé (en vez de cuidar de mí), en ningún momento comprendieron el dolor que yo sentía, hasta el punto de desear salirme de la sociedad, aún a riesgo de no obtener medios para sobrevivir…

 

 

Me metí en todos los trabajos que me iban llegando para poder sobrevivir. Con lo que yo ganaba, y lo que mi pareja ganaba, íbamos tirando.

El primer alquiler al que fui estaba embargado. En la nota simple que pedí antes de mudarme, no había constancia de nada extraño, ni de que hubiera ninguna ejecución hipotecaria. Cuando llevaba cinco meses viviendo de alquiler, en otra nota simple se confirmó que la casa estaba embargada. Sospechaba que el cartero acudiera todas las semanas a dejar correspondencia, hasta que llegó un burofax y fue cuando sentí que había algo raro. Y por eso pedí la nota simple de la casa. Ahí descubrí que debía marcharme.

 

 

Segunda mudanza, pues no deseaba permanecer en una casa con una energía semejante que me empujaba más hacia el abismo. La casa de alquiler siguiente a la que fui  llevaba diez años sin venderse. La alquilaban los hijos de un matrimonio anciano y fallecido. Todos los hijos se estaban matando por conseguir dinero por ella. A los ocho meses de estar en ella se vendió. En mitad de todo aquello, tuve que rabiar de dolor para marcharme de esa casa. Ya no tenía dinero, porque había dejado de trabajar por lo que ahora contaré.

Mi desesperación me jugó malas pasadas.

Durante mucho tiempo  creí que yo era culpable y responsable de todo y que no debía culpar a nadie más que a mí. Pero ahora que veo que me responsabilizo de otro modo, no siento culpa.

Me doy cuenta de que si TANTAS PERSONAS ESTÁN SUFRIENDO, Y YO SOLO PONGO EL CIEN POR CIEN DE MIS ENERGÍAS FÍSICAS, MENTALES, EMOCIONALES Y ENERGÉTICAS EN CONSTRUIR Y TRABAJAR RÁPIDAMENTE AQUELLO QUE SEA DESTRUCTIVO que SE GENERE EN MÍ O REBOTE EN MÍ; SI AÚN ASÍ SIGO TENIENDO PROBLEMAS PARA TENER UNA VIDA MINIMAMENTE DIGNA, TAL VEZ PARTE DEL RESTO DEL MUNDO TAMBIÉN SEA RESPONSABLE Y NO ESTÉ ABRIENDO LOS OJOS.

ENTONCES YA NO TODA LA RESPONSABILIDAD ES MÍA. TODOS TENEMOS LA RESPONSABILIDAD, EL DEBER Y EL DERECHO DE HACER QUE EL SISTEMA FUNCIONE. POR MUCHO QUE MUCHOS VIBREMOS, POR MUY POTENTE QUE SEA EL CAMBIO, POR MÁS FUERZA QUE PROYECTEMOS, CUANTOS MENOS ESTEMOS CONCIENCIADOS, MÁS PESO ARRASTRAREMOS TODOS PAGANDO TODOS LAS CONSECUENCIAS.

ES NECESARIO QUE TODOS NOS CONCIENCIEMOS, CAMINEMOS Y DISFRUTEMOS JUNTOS. DE LO CONTRARIO, SI A GRAN ESCALA SÓLO NOS MOVEMOS POCOS, ESTO NO AVANZARÁ O LA HARÁ MÁS DESPACIO Y CON MAYOR SUFRIMIENTO PARA TODOS LOS SERES DEL PLANETA Y DEL UNIVERSO.

NO NOS DEJEMOS CONVENCER TAMPOCO DE QUE SOMOS POCOS. SOMOS MUCHOS LOS QUE DESEAMOS VIVIR EN ARMONÍA, LOS QUE ESTAMOS HARTOS Y EXHAUSTOS DE LA SITUACIÓN MUNDIAL; PASANDO DESDE NUESTRO ENTORNO DIRECTO HASTA AQUELLOS QUE ESTÁN EN LA OTRA PARTE DEL GLOBO.

SOMOS MUCHOS LOS QUE ADEMÁS DE TRABAJAR EN NUESTRA PROPIA EVOLUCIÓN INTERIOR, ESTAMOS TENIENDO QUE LIDIAR CON LAS LIMITACIONES HECHAS ACCIÓN, PROCEDENTE DE DE LAS CREENCIAS OBSOLETAS DE OTROS.

NO SÓLO CONSISTE EN APRENDER UNO A ARAR, SINO A DESTROZAR EL TERRENO QUE ESTÁ PODRIDO Y CORRUPTO Y ADEMÁS EMPEZAR A PLANTAR UN HUERTO EN CONDICIONES PARA QUE TODOS PODAMOS NUTRIRNOS MUTUAMENTE.

ME SIENTO AGOTADA, SIENTO QUE, GRAN PARTE DE LOS DÍAS NO PUEDO MÁS…SIENTO QUE LA MUERTE NO DUELE, LO QUE DUELE ES ESTAR AQUÍ…

 

ENCAMADA POR DOS HERNIAS DISCALES

TODAS LAS CONSECUENCIAS DE MI IGNORANCIA Y LA DE LA SOCIEDAD EN LA QUE CONFIÉ, ME PASARON FACTURA EN MI PRIMER RETORNO DE SATURNO (conocida crisis de los treinta y/o previa a los treinta): En 2015, a los 27 años, cuando llevaba un poco de tiempo logrando dormir más de cinco horas seguidas, empalmando dos trabajos miserables, una mañana me quedé inmovilizada en la cama. El dolor era insoportable. Llevaba con escoliosis desde que nací, y con contracturas en la espalda desde que empecé a trabajar de enfermera dentro y fuera de casa, con veinte años. Lo raro es que hubiera resistido tanto con el nivel de vida que llevaba. Dos hernias discales lumbares, y otra en curso, más la inflamación simultánea de un pecho, entre otras cosas, me mantuvieron encamada e impedida por más de seis meses, prácticamente casi un año. En medio de los primeros seis meses, coincidió con la venta del segundo alquiler. Tuve que separarme de mi pareja y volver cada uno a casa de nuestros padres. Tres mudanzas en apenas un año me terminaron de destrozar la columna. Al no trabajar, no pude pagar alquiler.

Los dolores fueron insoportables y tardaron mucho en marcharse. Aún hoy no se han marchado, pero el cambio radical de vida que di, me ha hecho ir curándome y ya no sentir tanto dolor.

 

¿SUICIDIO?

 Continuas tentaciones de lanzarme al abismo del suicidio me acompañaron desde los 25 hasta los 29 años, al no poder soportar tanto dolor físico, emocional, energético y tanta incomprensión mental por parte de mi entorno.

 

 

Una ortodoncia me sumó dolores horribles en la columna por la tensión en la mandíbula y las cervicales mientras permanecía encamada. La ortodoncia, las intervenciones en la boca, y la corrección de mi mandíbula cruzada me hicieron rabiar durante noches, unido al dolor de las hernias que me presionaban la médula sin piedad. El insomnio se intensificó, la soledad dominaba mi existencia. Limitaciones por todos lados, incomprensión por todas partes, soledad y falta de apoyo eran una constante en mi vida. No sentí apoyo ni comprensión de lo que me sucedía. Me sentía extremadamente sensible y diferente.

Ahí me convertí en buscadora, aprovechando cada instante de soledad, que era, todo el tiempo.

 

 

Ahora, teniendo ya mis treinta tacos, ya no llevo ortodoncia, mi mordida se ha corregido y estoy más erguida y flexible. Puedo dormir más de siete horas seguidas y el dolor no me impide aumentar el nivel de deporte y de resistencia. Pero mi cuerpo no puede tolerar ciertos trabajos, ambientes o personas. No es cuestión de creerme por encima de nadie, que no lo soy, sino cuestión de seguridad y autocuidado.

Cuando empiezo a adentrarme en el mundo de la comunicación YA ME SIENTO LA MUJER MÁS FELIZ DEL MUNDO. Me siento liberada, aún cuando necesite escribir de un modo clandestino.

Estuve impedida por dos años. El dolor y la falta de movilidad física me impidieron lograr una vida normal, en tal vez uno de los momentos en que el mundo más movimiento estaba y está pidiendo. Pero por dentro yo me movía, mi mente y mi alma se movían.

Sólo levantar mis pestañas y sentir el contacto con el aire me hacía rabiar de dolor. No podía moverme. El dolor empeoró mi insomnio. Permanecí limitada durante unos años más. Estuve expuesta a un dolor físico, mental y emocional insoportables para mí que pareció no cesar, recibiendo muy poca ayuda y cero ingresos económicos durante años.

Me sentí al borde de la locura en más de una ocasión. Sentía que no podía avanzar en ninguna de las dimensiones posibles. Me dormía escuchando conferencias sobre espiritualidad y medicina, sobre economía, sobre personas que se habían superado, leía libros cuando el dolor me daba un poco de tregua, buscando si lo mío tenía solución, y cura. Y nadie supo decírmelo.

 

Era de esperar, con el tiempo entendí por qué. Mi ignorancia, y la de muchos, me había llevado hasta ahí. Lo más duro fue reconocer que, en parte, yo me había destruido. Porque había consentido a otros que lo hicieran. El dolor y la falta de apoyo NO FÍSICO y de comprensión fueron una constante en mi vida.

 

Aún con dolor, insomnio, movilidad reducida, dependencia física, y en plena fase de recuperación, sin ningún tipo de ayuda económica y mucho menos emocional… (que no fuera pagando) tuve que ir más allá y ver qué era lo que mi alma me podía enseñar de mí.

 

 

 

REINCORPORACIÓN A UN NUEVO ESTILO DE VIDA

Estaba lo bastante jodida como para verme obligada a rechazar la gran cantidad de ESCLAVITUD trabajo disponible a simple vista, pero no lo bastante enferma como para poder obtener ningún tipo de ayuda económica por parte del estado. Los requisitos en todos los casos eran tan imposibles, tan fríamente elaborados para no tener que darlos que me veía continuamente entre la espada y la pared. Decidí entonces que tenía que curarme, sí o sí, sin importar los impedimentos que surgieran. Confiaba, y confío en mí. Mi cuerpo fue la solución, y no el problema.

La mayoría de empleos disponibles se caracterizaban por lo que ya había pasado durante siete años atrás: fomentar la incomprensión del sistema, calidad laboral ausente, condiciones infrahumanas, precariedad, sobrecarga extrema, desigualdad, injusticia, miseria, presión, largas jornadas sin descanso, ingresos miserables y más siendo mujer, desplazándome a veces hasta dos horas ida y dos horas vuelta sin pago de la gasolina…En una ocasión, me llegaron a ofrecer cuatro euros por hora para pasar consulta, porque en otros lugares lo estaban haciendo.

Antes de sufrir las hernias, había llegado a trabajar sin cobrar, sin contrato, o por dos euros la hora.

POR ESO SÉ, QUE NUNCA MÁS.

Después de volver a ponerme de pie al cabo de un año, mi cuerpo y mi corazón rechazaban trabajos, personas y situaciones denigrantes. ¿Cómo lo hacía? Me avisaba torciendo la columna y yo rabiaba de dolor. No tuve más remedio que dejar de desviarme y seguir por el camino que mi columna estaba trazando para mí.

Al principio me enfadaba con mi cuerpo. Y la rabia desviaba más mi columna. Parecía Quasimodo.

Ahora siento que mi cuerpo es mi mejor amigo, el policía que vela por mi seguridad en conexión con mi alma, que me avisa del camino que debo seguir.

Cada paso en falso que se me ocurriera ni tan solo plantearme después de iniciar la recuperación de mis hernias, mi cuerpo se torcía como el rabo de un cerdo avisándome de que me conduciría de nuevo a la cama si no hacía lo que yo sentía. Mi cuerpo se convirtió en mi mejor alarma, mi mejor aliado. No sé dónde me llevará lo que escribo, o lo que hago, pero espero que más lejos y mejor de lo que me llevó la sociedad.

Escuché a mi cuerpo que no toleró desde mis veinte años de edad, NADA que se alejara del amor.

Había quedado encamada con 27 años. Yo no entendía cómo los cuerpos de otras personas con más edad podían soportar salvajadas y yo no. Eso me hizo buscar desde la cama. Parecía haber un complot contra mí. Hasta llegué a plantearme creer que alguien me había echado mal de ojo.

Pero era mi alma que me estaba sacando del infierno que la ignorancia del hombre ha creado en la sociedad, y yo misma sin saberlo, me estaba conduciendo hacia la prosperidad. Fui a contracorriente de mi familia, que esperó con toda la buena intención pero gran dolor para todos, que volviera al trabajo que me había destrozado viva. Me sentí y me siento muy presionada, pero algo me dice que siga adelante con esto. Tal vez fue su miedo inconsciente a no seguir teniendo a nadie que los cuidara en el futuro, a la vez que deseaban lo mejor para mí, sin saber el modo. Personas muy contadas de mi familia estaban abiertas a escuchar.

Mis amigos, casi todos en paro, me retiraron la palabra por rechazar trabajos mal pagados y que me volverían a llevar a la cama y no alcanzarían a pagar osteópatas, quiroprácticos y mucho menos ayudarme a sanar el trauma emocional. Una amiga veinte años mayor que yo, que había sido compañera, junto con otros de mi gremio de Enfermería, que llevaban más tiempo colocados indefinidamente en el sistema (o como personal fijo, o interinos) porque habían terminado antes que yo los estudios…me retiraron el habla, el contacto y el saludo por dejar una sanidad que no se sostenía en pie, pero que a ellos les daba migajas para tirar.

A todos les insistí en que no podía ser sano el que su felicidad dependiera de tratar de lograr dirigir la vida de los demás, incluyendo la mía a su antojo para estar bien. Insistí en que el tener puntos de vista diferentes no tenía por qué terminar con una relación. Sólo alguien muy rabioso y amargado no encuentra serenidad suficiente para tener la mente clara y el corazón abierto y receptivo a empatizar, y como alternativa trata de dominar a otros.

Cuando me llamaron para volver a trabajar de enfermera con condiciones aún más miserables, expliqué que deseaba trabajar, pero que necesitaba unas condiciones concretas para poder trabajar bien, y no perjudicar a nadie si yo no me cuidaba lo suficiente.

El sindicato alegó que no podía hacer nada para mejorar mis condiciones de trabajo en mi situación; lo mismo que la dirección de Enfermería, que alegó que precisamente me volvía a buscar para hacer todo lo que nadie quería y coger todos los turnos más duros. El sindicato me recomendó que empezara a trabajar de nuevo hasta lesionarme y/o empeorar mi lesión, para así poder cobrar la baja. Yo me negué rotundamente, no estaba dispuesta a romper mi columna con 27 años y arriesgarme a quedar encamada para justificar una paga que tal vez no duraría o encontrarían mil excusas para no darme. Escogí el duro y profundo camino incierto del autoconocimiento y la curación, a sabiendas de que no sería fácil encontrar el modo de trabajar sin perjuicio para nadie; en medio de una sociedad perdida que suele pagar por trabajos ensuciados con la sangre de tantas y tantas vidas.

No supe entonces que me iba a curar, pero aún así lo hice. Lo que sí supe es que empeorar una enfermedad con tal de conseguir dinero hubiera sido el principio de la muerte de mi alma. Lo que muchos optan por hacer.

Ahora escribir es lo que mejor puedo y sé hacer sin destrozarme.

Con muy poco dinero en la cuenta, dejé las instituciones sanitarias que no me respaldaban. Muchos creen que desperdicié mi trabajo como enfermera, pero se equivocan. Sigo trabajando como enfermera, pero no como una enfermera común. Sólo, voy por libre, de un modo diferente y en mi opinión más constructivo.

Decidí hacer esto por mi cuenta. No sabía qué iba a pasar pero me metí de lleno en mi propia transformación personal, saqué mi luz más brillante, sin importarme lo que el resto hiciera o pensara de mí.

Todos quedaron atrás.

Todas las personas que habían sido afines a mí, que se anulaban continuamente y que por tanto, me habían reflejado en parte. Ya no formaban parte de mi vida, de lo que yo empezaba a ser que es, aquello en lo que ahora me he transformado. He recordado que soy un ser próspero, y que ya no me creo nada que no pase por el ojo de mi alma, que siempre busca avanzar en el amor.

Me había empeñado toda mi vida en ser y hacer lo que la mayoría decía, y en la primera vuelta de Saturno (que sucede más pronto si has nacido antes de tiempo, y más tarde si naciste más tarde) se pasó revista a mis aprendizajes pendientes. En torno a los treinta. Como yo nací antes, la revolución espiritual llegó a mí poco a poco a partir de los 25, para darme de golpe a los 27. A muchos, en esa época les sucede algo trascendental que los marca. Muchos músicos, famosos y personas de calle suelen suicidarse durante el primer retorno de Saturno. Yo lo soporté, pero la verdad no sé cómo pude aguantar…

Comencé a aprobar mis asignaturas pendientes: ejercitarme de todos los modos posibles, a echar por tierra todas mis creencias, trabajar mi resentimiento y deseos de venganza para dar paso al perdón, pasé por una depresión necesaria y fruto de mi sensación de vacío. Empecé a comer mejor, a corregir todo aquello que considerara una adicción, a nutrirme sólo de ambientes y personas sanas, en la medida que podía. Esto fue y está siendo lo más difícil en medio de una sociedad y entorno directo enfermos y perdidos. Empecé a poner límites, a defender la libertad y el amor.

¿Cómo vas a llenarte de amor, si primero no experimentas el vacío que queda cuando expulsas el dolor de tu ser? Un estómago no podría albergar comida si no estuviera vacío…

 

 

EL MAESTRO SATURNO ME QUITÓ UNA VIDA, PERO ME DIO OTRA (ADEMÁS DE UN PAR DE OSTIAS A TIEMPO)…

Lo que me obligó GRACIAS AL CIELO A ENCONTRAR LO ÚNICO QUE HASTA AHORA PUEDO HACER, Y YO ELIJO PARA GESTIONAR ÓPTIMAMENTE MI TIEMPO, DINERO, ENERGÍA Y FUERZA FÍSICA:

LA ESCRITURA, LA COMUNICACIÓN, LA TRADUCCIÓN EMOCIONAL Y LA DIVULGACIÓN.

Cuando quedé encamada me dijeron que debía operarme de urgencia o correría el riesgo de quedarme inhabilitada físicamente, y me negué. Inconscientemente supe que debía haber otras maneras. Tenía que haberlas. No quise creer que yo fuese a terminar así. Sentía que tenía mucho que hacer aún como para desear acabar con mi vida.

Al fin y al cabo, ya al nacer me vi en una situación similar, y pude salir adelante.

¿Por qué no iba a poder hacerlo esta vez?

 

 

PROCESO INTENSIVO DE CURACIÓN

Tiempo atrás, antes de la lesión había compaginado mi trabajo en Sanidad con estudios de Acupuntura, Terapias Naturales de todo tipo y Danza Oriental. A la par que unos pinitos de Música en el conservatorio, además de lo siguiente de manera autodidacta: dibujo, pintura, costura, escritura, manualidades, «DIY», diseño, construcción y algunas otras cosillas relacionadas con las Artes y la creatividad por pura afición.

Pero no ejercí todo eso hasta el primer año después de quedarme encamada, que pude empezar a mover primero las manos y los brazos. Cosa que, junto con mi fuerza de voluntad, comencé a usar en mi beneficio para ir curándome.

 

 

Apliqué todo lo que sabía acerca de las terapias naturales en mí en cuanto pude comenzar a aguantar sentada más de dos minutos y a poder simplemente ponerme de pie. Recurrí también a la Osteopatía y a la Quiropráctica durante dos años con muy buenos resultados.

Insisto. El deporte, un cambio radical en la alimentación, alejarme de personas que no deseaban tomar la responsabilidad personal, responsabilizarme de mí, investigar, seguir creciendo y buscando el por qué de las cosas, tratando de mejorar aquello que no funcionaba…Me llevó a hacer lo que yo creí imposible: volver a caminar, escribir este blog y publicar al menos, un libro.

Una lástima, salir de juerga con Quasimodo se había convertido en un vicio muy tonto para mí desde aquella lesión. No me sentaba demasiado bien ir caminando encorvada buscando lentillas y espárragos por el suelo las 24 h del día.

 

Bromas aparte, dedicaba mi tiempo a escuchar conferencias por Internet, a personas que habían logrado sus sueños, a personas especializadas en todo tipo de Disciplinas y profesiones variadas, fuere lo que fuere. A ver documentales, a ver cómo funcionan y se hacen las cosas, a observar.

Lo que me ayudó a comprender y relacionar el funcionamiento de nuestra existencia.

Mientras me recuperaba y superaba mis propios límites físicos, mentales, emocionales y energéticos, fui expuesta por otros y por mí misma (aunque a veces a regañadientes) a mis miedos y a las consecuencias limitantes de mis condicionamientos, decisiones y actos del pasado.

 

 

Hasta que fui superando barreras, renací, y fui encontrando mi camino al andarlo.

Con todo a mi alcance, mi columna ya no estaba torciéndose continuamente como si fuera el rabito de un cerdo. 

Desde el mismo día que quedé encamada y sentí que todo había acabado para mí…Desde el día que creí que a una enferma había que quitarla de en medio por inservible, nunca supe qué iba a pasar. Si iba a quedarme inválida de por vida, o si cabía la posibilidad de mejorar, o incluso estar mejor que nunca. Tuve que aprender a lidiar con la incertidumbre, y limitarme simplemente a atreverme a hacer un camino desconocido y a descubrir hacia dónde podía ser capaz de llevar todo mi potencial.

Sólo podía ir pasito a pasito desde la cama y hacer caso a mi cuerpo y mi ser.

A los meses de mostrarse las hernias, pese al dolor físico extremo que seguía en mí, descubrí que no hubiese podido aprender con Maestría de otro modo sino aquel.

Descubrí entonces el ENORME PAPEL que puede cumplir una persona enferma que DESEA CURARSE. DEBE HACER TODO LO QUE HAGA FALTA PARA CONSEGUIRLO.

Lo mucho que puede aprender y enseñar un enfermo. Si estás enfermo, o te sientes enfermo, tanto si estás agonizando, como si estás cansado, te duele la cabeza, tienes un catarro, un infarto, un cáncer, deseas suicidarte, has tenido un accidente, una pelea, has perdido una pierna, eres adicto a algo, odias tu trabajo, estas en coma, deprimido o te has hecho un corte con el cuchillo jamonero o con un folio al sacarlo del paquete de 500 (de los de papel bueno). Me da igual.

Una persona que se siente enferma está más cerca de aprender y enseñar muchas veces más que cualquier otra. 

Estés como estés, el Universo nos quiere a todos por igual. Sólo necesitas parar, observar y escucharle.

Tu fuerza es tan grande como la mía.

 

Tras unos años y sobre la marcha, fui viendo día a día que podía hacer cada vez más. Aún recuerdo cuando sollozaba al mover los brazos dentro de la piscina para tratar de nadar sin éxito...

Vi que me estaba curando. Mi incertidumbre, se estaba despejando en cuanto me quise dar cuenta. NO NECESITABA SEGURIDAD, YO ESTABA SEGURA DE QUE MI ALMA NO ME IBA A DEJAR TIRADA.

 

 

Pero las respuestas no fueron inmediatas.

 

 

EL DESCUBRIMIENTO DE MI ALMA

Vi que lo que había en mi mente, antes o después, si yo respetaba unas condiciones físicas y emocionales se iba cumpliendo. Nadie me dijo si me iba a curar o no. Los más atrevidos, optimistas e ignorantes, me dijeron que no me recuperaría en la vida, y que iría decayendo.

Otros simplemente no dijeron nada. Pocos confiaron. Muchos de mi entorno creyeron que mentía porque no les convenía que yo enfermara. Muchos dejaron de apoyarme porque creyeron que al ser joven, no necesitaría más apoyo que un anciano para poder curarme. Como todos creían eso, casi nadie me ayudaba. He ahí el poder limitante de las creencias y el enorme daño que pueden llegar a hacer.

Mi novio me apoyaba todo el tiempo, y personas que caben en menos dedos que tiene una mano, con las que hablaba de vez en cuando por teléfono. El resto cayó de mi vida bajo la hoja de la guadaña de la muerte que retira de circulación todo aquello que ya está putrefacto. Saturno me mostró quienes eran realmente. Me mostró mi ÚNICO ALIADO: MI ALMA.

Sentí un pánico que me bloqueó durante tres días después de quedar encamada.

Pero poco a poco recordé quién era yo. La primera que confió a ciegas en mí fui yo. De no haber sido así, habría sucumbido a las tentaciones y no estaría ya aquí. Nada de esto estaría ahora escrito. No me estarías leyendo.

Simplemente, día a día iba viendo que todo mejoraba, aún cuando al principio, la mayor parte de días avanzaba un milímetro, retrocedía cinco metros y la desesperación me podía.

 

 

Al final, no hacía sino avanzar por propia inercia.

Un inciso. Un día, paseando con un familiar cerca del mar, vimos caer un niño de casi un año que gateaba por el altillo que separaba el paseo de la arena. La altura apenas era medio metro. Pero aún así, el impulso de lanzarnos hacia él fue innato cuando rodó y cayó hacia el suelo. Estábamos nosotros más cerca que sus padres. Mi acompañante levantó al niño del suelo, que no se hizo nada. Sin darme cuenta, me había agachado bien, y lo había levantado para cogerlo en brazos y dárselo a pulso a su madre. Fue en ese momento cuando de veras sentí que me estaba curando. Dos años atrás, una de mis mayores preocupaciones mientras estaba encamada era no poder sostener cualquier bebé. No poder tener un bebé, por si acaso no podía sostenerlo. Sostener, era algo que había hecho tantas veces con familiares y en mi trabajo.

Consideré que para mantener a las personas sanas tenía que recibir la mejor formación y de mayor calidad posible. ¿Y qué mejor manera de saber lo que siente un paciente que convertirme sólo por un tiempo en el papel de paciente en la película de mi vida?

¿Acaso un buen actor o actriz no tiene la capacidad de meterse en la piel de otros?

Ser profesional, persona y paciente al mismo tiempo me abrió los ojos.

Y me vino bien lo que aprendí. Y sigo aprendiendo.

Gracias a eso, pude afinar aún más la inteligencia emocional.

Y las otras, hacia formas de evolución más avanzadas.

 

Pensé: Para prevenir, aplicaría todas las técnicas, terapias y vivencias personales. Y para cuando no hubiese más remedio que tratar de emergencia porque no ha habido prevención, es necesario saber hacer una RCP, detener una hemorragia y saber cómo y cuándo intervenir. Saber también cuándo dejar de intentarlo porque es el Universo de creaciones el que toma el mando mucho más que tú.

A medida que me iba recuperando, trabajé como profesional en Terapias Naturales. En centros de estética y consultas privadas.

También como bailarina y profesora de Danza Oriental.

Necesité entender por qué la vida lleva a las personas a estados extremos de continua emergencia, ansiedad, desesperación y depresión.

Necesité relacionar desde dentro las perspectivas de la Medicina Oficial, y la Tradicional, junto con mi experiencia y mi propio nivel de evolución.

 

 

 

 

ALINEACIÓN CON LA FELICIDAD DE MI PROPÓSITO VITAL

De un modo vocacional, siempre me interesé por la salud de todas las almas, hasta el punto de ni tan sólo yo misma ser capaz de entender esa pulsión.

Tal vez prefería hacer otras cosas, pero sin saber por qué, algo me empujaba a perseverar en el terreno de la Filosofía en una búsqueda insaciable. Contemplé la Salud y la Educación como pilares básicos que permiten la Evolución, como medios lubricantes que permiten deslizarse fluidamente por la vida en lugar de arrastrarse.

En consulta, no todos deseaban implicarse en cuanto les hablaba de responsabilidad personal, necesaria para complementar mi trabajo. Mi radio de acción era extremadamente pequeño. Necesitaba llegar a las personas adecuadas, preparadas para comprender y crear cambios realmente importantes y prósperos en su vida y la de otros.

Escribiendo llego a más gente, de un modo adecuado para mí, que también necesito seguir cuidándome. Con calidad, serenidad y siendo valorada y escuchada por aquellos que lo consideren necesario.

Todo me ha conducido a escribir, pues es de las pocas maneras de ser escuchada por aquellos que lo deseen.

Esta es la manera de que mis argumentos y enseñanzas sean escuchados hasta el final sin que yo los imponga a nadie o sin ver una y otra vez como almas irresponsables me rechazan.

Es el único modo de que me escuchen sin interrupciones.

Sin desperdiciar mi energía sagrada.

El único modo de no timar ni ser timada.

Por un lado me harté de que pacientes vinieran a pedir milagros, a la vez que yo entrenaba día tras día mi propia fortaleza y fuerza de voluntad. Me harté de centros y clínicas ignorantes donde intentaban engañar a la gente para sobrevivir, conscientemente o no. Tanto los que ejercían la medicina natural como la oficial. Y me salí definitivamente del sistema, porque el sistema me expulsó primero, cerrándome puertas por donde pasaba, fracaso tras fracaso, y me condujo a la felicidad de escribir. Una felicidad que observo, la sociedad no sabe lo que es.

Ese es mi mayor regalo. Lo mucho que tengo que comunicar y mostrar.

Todo me condujo aquí. Supongo porque me cansé de repetir lo mismo una y otra vez a personas que ni querían ver ni escuchar. Me planteé si todos ellos me estaban reflejando a mí, me responsabilizaba por todo, hasta de sus decisiones, hasta el punto en que un día me dije: «El que todos ellos no se comprometan o deseen vivir a costa de otros, no significa que yo deba hacerlo. No debo cargar con la responsabilidad de otros. También ellos tienen su libre albedrío, ni puedo ni debo acelerar el despertar de conciencia si nadie más quiere».

Supongo que me negué a decir lo que los demás querían oír: «Te vas a morir tal día», «te vas a curar tal día», «tengo una pastilla mágica que lo hace todo por ti sin trabajo alguno para que puedas seguir destrozándote y descargar el 100% de tu responsabilidad en todos aquellos que no seas tú», «sí, voy a trabajar en tu centro y en vez de enseñar y prevenir, me voy a dedicar a vender todos estos suplementos mientras tú te largas a expandir tu ignorancia por otro lado», «voy a pagar cuota colegial y sindical a cambio de continuar fomentando un sistema que es el primero en descuidar al cuidador».

PUES NO.

ME NEGUÉ, Y ME SIGO NEGANDO. TENGO MUCHO QUE CONSTRUIR, PUES ESTA MENTALIDAD OBSOLETA YA NO SE SOSTIENE.

Supongo que veo el potencial de superación de los demás antes de que estos lo vean. Y si lo ven, tal vez se sientan abrumados.

Me cansé de que las personas me preguntaran lo que debían hacer, y una vez les indicaba el abanico de soluciones a elegir, nunca estaban conformes si eso implicaba invertir más de un día para el autoconocimiento, el cambio hacia hábitos más saludables, el más mínimo esfuerzo o tener que lidiar con la incertidumbre y la propia responsabilidad.

 

 

Porque la gran mayoría de personas con las que me relacionaba quería soluciones inmediatas, a un «click», no deseaban escuchar las causas de sus enfermedades, sin indagar en ellas mismas para poder tratar, prevenir y enfocarse en la solución.

 

 

Me topaba con personas que esperaban una varita mágica que solucionara sus problemas en dos días, mientras yo perseveraba en mi curación.

Al final, todos tuvimos nuestros frutos.

Mis frutos fueron amargos al principio, pero dulces ahora.

Mi trabajo interior surtió efecto y la salud (y todo lo que esta permite) comenzó a invadirme.

A la par convivía con tiburones y cocodrilos que sólo buscaban llenarse los bolsillos de soberbia y todo lo que no es soberbia a costa del sufrimiento y desesperación de las personas. Estructuras completamente análogas dentro de una sociedad sin norte.

 

 

CONVIVENCIA DIARIA

Cuando muchas personas me ven por primera vez sin conocerme, aún me topo con comentarios del tipo: «eres muy joven para saber todo eso», «no es normal que vayas a un quiropráctico, que yo con 90 años vaya aún aún, pero tú…», «no deberías haber estado enferma», «deberías aguantar sin rechistar», «no es normal que ya no aguantes ni 8 horas en el hospital»,  «muy joven te veo yo a tí, no creo que me puedas ayudar, tienes cara de niña, tú no sabrás mucho», «no pareces espontánea»… En las salas de espera, y entre conocidos fui muy juzgada sin descanso. Cuando estaba encamada rabiando de dolor, me había planteado desesperada pincharme opiáceos, pero vi el efecto que hicieron en mi padre, enfermo del corazón desde que yo tenía 17 años y con problemas cardíacos desde que yo tenía catorce. Los opiáceos no sólo no ayudaron a mi padre, sino que a la larga cronificaron sus dolores hasta que casi lo matan, terminando desahuciado por un sistema sanitario ignorante e incompetente (del que yo formé parte antaño creyendo que ayudaba) que también desahucia a millones de personas con su ignorancia. Recuerdo que soporté el dolor porque sabía que debía dejar a mi cuerpo responder, y sólo tomaba antiinflamatorios naturales e ibuprofenos cuando ya no podía más. Y no me hacían nada. Por eso, aún desesperada, pude soportar el dolor que creía me mataría. Me agotó durante dos años y medio. Lo digo por lo que comentaba de la ignorancia y los juicios. Recuerdo que el año pasado fui a hacerme la revisión médica para conductores y al rellenar el historial, un oftalmólogo con el que había trabajado en el hospital ni se acordó de mí. Al decirle que había superado casi del todo graves hernias discales  y que sólo había tomado fármacos naturales e ibuprofenos, haciendo y probando de todo para poder volver a ponerme de pie y andar sólo alcanzó a escupirme «pues si te has curado con ibuprofenos no habrás estado tan mal, no sería tan grave»…En fin…Los que saben más que los médicos son los propios enfermos. El caso es que gracias a haber soportado una maldita tortura física durante dos años y medio, ahora me siento hecha un roble, pues mi cuerpo está libre de tóxicos. Mi aspecto rejuvenecido y cada vez menos agotado, junto con las creencias en los roles y las posiciones jerárquicas hace creer a muchos con derecho a convencerse de que saben más, o que una persona joven nada tiene que aportar por creerle imbécil.

LA IGNORANCIA ES ATREVIDA.

LA DE RIDÍCULO QUE MUCHOS HACEN CON SU ENORME BOCAZA.

NO SIEMPRE, PERO A VECES SIENTO QUE MUCHOS SE PROYECTAN A SÍ MISMOS CON SUS COMENTARIOS DIRIGIDOS HACIA MÍ CUANDO ESTÁN FRENTE A MÍ.

 

 

Rara es la persona que me cala o que da en el clavo conmigo cuando me conoce. Hasta ahora, veo que las personas, o me saben leer a la perfección, o no dan ni una conmigo. Algunas, que he visto de pasada, no me juzgan por lo que ven, sino que ven mi alma a través de mis ojos. Ven, lo no fácilmente perceptible a través de los fáciles y recurrentes cinco sentidos. Me suele suceder, el toparme con desconocidos en lugares insospechados, pero mágicos para mí, aislados en la misma soledad aparente que yo (al final no estamos tan solos) y que sin más, empiezan a hablarme cuando menos lo espero. Empezamos hablando del tiempo, y terminamos hablando del sentido de la vida en menos de media hora. Y tras cruzar unas palabras con ellos, terminan por interesarse por mi vida y mis proyectos, y me animan entusiasmados a seguir con esto. Una mujer me dijo en una playa «Pues tú mete caña con el blog y no desistas». Lo mismo otra que estaba apartada a mi lado en una sala de espera. La mayoría de las veces, no he vuelto a saber de ellas, pero sé que están ahí. Los bebés, los niños y los animales son con los que menos resistencias me topo para conectar a través de los ojos. Hay muchos, que no me sostienen la mirada, por miedo o vergüenza. También yo antes tenía miedo. Algunos chavales encuentro con los que también conecto al cruzarme con ellos en la calle, que aún no están lo bastante condicionados como para dejar de ver su alma. Con los adultos es más difícil, pero los hay. Y resulta increíble cómo, sin saber quienes son, nos sostenemos la mirada varias veces, por unos instantes.

Yo soy mi mejor gobernante.

Yo dirijo ya el timón de mi barco. Antes entregué el mando a otros y por eso pensaba que estaba destinada. Mi alma me mueve desde el amor. Ya no entrego el timón de mi barco a nadie y por eso ejerzo mi libre albedrío con la mayor libertad de la que soy capaz.

Antaño fue una pérdida de tiempo, energía, dinero y salud para todos. Sirvió, para darme cuenta que esas personas y situaciones no eran para mí.

Yo no estaba dispuesta a forzar a nadie a nada, pues otros profesionales, allegados y «compañeros» conmigo lo habían hecho de un modo salvaje.

También hubo un par de personas que se cruzaron en mi camino y me ayudaron a recordar mi fe, la misma que yo les ayudé a recordar en ellos tiempo atrás. Me recordaron que hay personas que de verdad están dispuestas a intentarlo todo para curarse, me recordaron que hay profesionales que son capaces de renunciar ante la más mínima insinuación que pueda suponer el sufrimiento de una sola alma en medio de millones, sólo con tal de buscar el beneficio común.

Y volví, pero lo enfoqué mejor. Y funcionó.

De modo informal, mis años de vocación en torno a la salud se remontan desde que tengo uso de razón hasta ahora.

La salud y todo aquello que la impida y/o la fomente es algo que siempre ha formado parte de mis inquietudes. Es decir, la salud es, todo lo que existe. A medida que me leas, comprenderás por qué. Y es posible que entiendas que todo está relacionado con todo, aunque aparentemente, no veas conexión o sentido.

Todo a su tiempo.

 

Por eso que para mí es necesario relacionar la mayor cantidad de conceptos posibles para comprender la CAUSALIDAD, además de la casualidad.

Tal vez mi papel ahora sea menos visible o heroico de entrada, que el de una enfermera de Urgencias haciendo curas, sacando gente sin miembros llena de sangre de debajo de un coche volcado, reanimando, poniendo sondas o cogiendo vías a tres enfermos «a la vez». Esto es, PALIAR cuando el daño ya está hecho. Cuando se podía haber evitado. Creo que yo no he venido a esto, pudiendo tener un alcance mucho mayor de prevención y conciencia, en lugar de tratar o paliar una y otra vez a los mismos irresponsables de siempre.

Yo no vine a estar trabajando sin medios necesarios, sin poder fomentar la salud y el amor.

No vine a maltratarme mientras trabajaba esclava de un sistema que NO DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS Y HUMANOS PUDIENDO HACERLO Y NO INVIRTIENDO EN PERSONAL FORMADO Y DOTADO PARA FOMENTAR LA SALUD Y LA EDUCACIÓN.

 

 

Ahora lo sé.

Yo no vine para estar una y otra vez atendiendo a personas a las que les indicaba cómo debían curarse y aprender, para que al día siguiente, a la semana siguiente, al mes siguiente, al año siguiente estuvieran otra vez igual, por lo mismo, o mucho peor. Ignorándome y entregándome a mí y a muchos como yo, parte del poder de su propia responsabilidad.

Que el cielo y mi alma me libren de violar el libre albedrío de otros.

Durante un tiempo fue necesario hacerlo, y doy gracias por ese aprendizaje. Pero yo ya no lo necesito.

Me amé, y me salí de un microsistema sanitario enfermo metido de otros sistema mundial enfermo.

Me negué a no ser valorada por un sistema que NO INVIERTE EN LA SALUD DE LOS QUE CUIDAN, QUE DEBERÍAN ESTAR CUIDADOS COMO ORO EN PAÑO. Sólo NOS HEMOS CUIDADO ENTRE NOSOTROS, Y NO TODOS LOS COMPAÑEROS COMPRENDEN ESTO. PERSONAL DE SAMU ME MOSTRÓ LO QUE ES LA AUTOPROTECCIÓN. Paradójico, en la universidad me hablaron del autocuidado, pero no el mío, el del paciente.

Me negué a seguir atendiendo gente que cedía su poder, y su salud a otros, culpando a todos por, en realidad no haber tomado la responsabilidad personal.

El concepto de valentía o heroicidad está muy infravalorado y sugestionado.

 

 

MOVIDA POR EL AMOR

El valor de ser tú mismo, de ser diferente y de atreverte a reconocerlo y defenderlo se muestra bajo muchas formas que no muchos reconocen.

Pero lo que hago ahora es escribir, una de las cosas que me hace mucho más feliz que lo que hice antes. Me desgasta mucho menos, y sólo ayudo a los que desean ser ayudados, en vez de a todos aquellos que esperan la pastilla mágica y que sólo terminan por agotar la energía mientras arrastran hacia abajo.

Entre otras cosas, antes veía que atendía a las mismas personas una y otra vez, por el mismo motivo. Y estas no parecían estar dispuestas a cambiar. No podía pretender concienciar para la prevención, en un ambiente donde se favorece que la primera enferma sea yo, o todo el personal que cuida. Algo sabido por muchos es que el cuidador es el que menos cuidados, protecciones y atenciones recibe.

Y eso debe cambiar.

SÍ, O SÍ.

Desde aquí, tengo más radio de acción, y me escuchará y leerá el que lo desee.

No impondré nada, pero seré firme ante aquél que se interponga entre mi salud y libertad, y mi alma.

Siempre había notado algo extraño, que había cosas que creía mal en mí, que tenía que adaptarme a todo y a todos, que era responsable de todo, que debía cambiar, y eso sólo me trajo resistencias y aislamiento.

Finalmente, la clave de mi curación fue descubrir que la forma en que llegué a este mundo me estaba condicionando de tal modo que mi caso fue un «esto es todo lo que usted no debe hacer si va a tener un bebé». La siguiente clave de mi descondicionamiento fue una gran revelación que me proporcionó prácticamente el mayor alivio de todos: el descubrimiento de mi DISEÑO HUMANO. Mi diseño de proyectora con el centro del bazo, la raíz y la voluntad definidos mediante conexión simple y el resto de centros en blanco me hizo comprender por qué sentía y amplificaba continuamente todo lo que los demás sentían cuando yo gran parte de las veces me sentía neutra. Y finalmente, tras los cambios de vibración y sutilización que empecé a sentir a medida que evolucionaba, noté que algo me estaba pasando. Me empezaron a hablar de la generación de los índigo, pero no me llegué nunca a identificar con uno de ellos. Me hice un testaje kinesiológico en varias ocasiones, y en varias ocasiones pude comprobar algo que no esperaba: yo creía que mi experiencia tras estar encamada con 27 años me había sutilizado mucho porque me había sensibilizado aún más de lo que yo era. Pensaba que era un adulto índigo de transición. Pero resultó que al comprobar las respuestas de mi cuerpo al testaje, resultó que nací índigo, pero en la incubadora al parecer me transformé en cristal. Y ahora puede que sea un adulto cristal. Eso lo explicaría todo. Pero no deseo dejarme condicionar demasiado por eso.

Simplemente seguiré limitándome a hacer todo lo que siento en mi alma.

Pero todo eso me ayudó a comprender mejor lo que me empezaba a suceder. El por qué lo que todo el mundo soporta en cierto modo de forma natural, pero siendo peligroso, yo no puedo ni olerlo, ni verlo ni acercarme si no deseo pagar las consecuencias en mi cuerpo, y en lo que proyecto. Pues a mayor consciencia y responsabilidad, cuando mi vibración baja y se vuelve densa y rica en odio, veo que adquiere una fuerza mil veces mayor que la que tomaría con un generador por ejemplo. Y tuve que aprender por mi bien, y el de todos, a buscar personas y lugares beneficiosos para amplificar el beneficio. Lo más duro es, convivir continuamente con vibraciones demasiado densas para mí, y controlar la enorme y brutal fuerza de proyección que absorbo por donde paso, para no dejar que me afecte ni haga daño a otros. Es por eso, que por el bien común, debo no identificarme con los pensamientos o sentimientos de nadie (aunque no deje de percibirlos) y mirar siempre adentro de mí.

Ahí terminé de comprenderlo todo. Por qué soy así, por qué no puedo soportar este mundo tan denso. Y así, dejé de sentirme extraña. Entendí que no debo cambiar, sino potenciar lo que soy y los atributos de los que dispongo que mucho bien pueden hacer. Por eso, deseo potenciar también lo mejor de otros. Siento que conmigo la fuerza de proyección se dispara.

Lo más difícil de entrenar a diario: no proyectar (que es lo natural en mí) cuando hay vibraciones bajas densas y repletas de odio cercanas a mí en el tiempo y en el espacio; teniendo que buscar sin remedio algo positivo que ocupe mi espacio energético antes de que algo negativo lo ocupe y se proyecte antes de que yo me de cuenta.

 

 

Como decía, ya no tendré que desperdiciar mi energía sagrada explicando y dedicando tiempo a personas que ni me valoran ni se valoran. Y que mucho menos, ni tienen conocimiento del valor de su cuerpo, su energía, su dinero y su tiempo, ni desean tenerlo en conjunto.

Tener el valor de escribir es generar energía psíquica y un impacto emocional suficientes como para producir un cambio, si es en beneficio para todos.

El propósito del avance común no deja de ser menos importante.

 

 

MI TRABAJO COOPERATIVO CON BEBÉS DE SUTIL VIBRACIÓN, ADULTOS DEL MAÑANA

Entre mis deseos que no son pocos, es crear felicidad y alegría, empezando por mí.

Mi deseo es una vida digna, una casa que pueda llamar mía como medio de vida, y no como fin.

Deseo trabajar con todo tipo de grupos, sexos, profesiones, razas, edades, roles u otros disfraces del alma, pues todo y todos me preocupan. La misma dedicación siento que necesitan las personas que aún no han nacido, como las de cinco, veinte, cincuenta, ochenta o cien años.

Depende de la conciencia o el interés que ponga cada uno, deberé valorar con quien implicarme para mejorar este mundo sin resistencias o derroche de valiosa energía común.

Evidentemente suelo ver que muchos de generaciones anteriores a la mía, o de mi misma generación siguen dormidos y todo intento de concienciación es tiempo perdido, salvo apartarme y dejar que sufran.

Si no despiertan, mi esperanza se deposita en los que ahora no han nacido, son bebés, niños o chavales que igual que yo, aún mantienen firme y claro el propósito de sus almas.

El resto no morirá, pues ya se ha matado.

Todo me interesa, pues sé que nada hay separado de nada, porque la nada, no existe. Todo está ocupado por la polaridad negativa y positiva. Hasta el vacío existe.

Mi objetivo es fomentar y seguir desarrollando aún más mi conciencia, y la de todos aquellos que estén preparados y deseen escucharme. Especialmente, entre otras cosas como ya digo me gustaría crear conciencia a la hora de traer niños al mundo y al criarlos. De ello depende en parte, QUE EL MUNDO QUE TODOS CONSTRUIMOS CADA DÍA CON NUESTRAS DECISIONES Y ACCIONES SEA EN SUMA, UN CIELO O UN AUTÉNTICO INFIERNO.

No se trata de seguir atendiendo a más niños enfermos o prematuros, que también; sino de CONCIENCIAR PARA EVITAR QUE HAYA MÁS NACIMIENTOS TRAUMÁTICOS AL EXTREMO Y EN CONDICIONES INSANAS. Si bien el nacimiento de por sí ya es un trauma, y ese trauma añadido a más dificultades puede hacer aprender al bebé y a los padres a medida que todos vayan viviendo y creciendo; CONSIDERO NECESARIO QUE LA POBLACIÓN MUNDIAL REPARE EN LO QUE HA DE TRABAJARSE A SÍ MISMA ANTES DE TENER UN BEBÉ, Y NO CUANDO YA ESTE HA NACIDO.

No todos los padres aprenden de sus hijos cuando ya están aquí, y siguen destrozando sus vidas generación tras generación, sin haber aprendido nada. La cadena se perpetúa. SOLO HAY PAZ, CUANDO EL HIJO COMPRENDE Y PERDONA, SIN PERDER LA FIRMEZA. Todas las guerras y conflictos ESTÁN REPLETOS DE HIJOS RESENTIDOS CON SUS PADRES, y que aún no les han perdonado. Grandes masas buscaron y buscan el reconocimiento paterno que nunca tuvieron, y creen obtenerlo al convertirse en líderes falsos, o seguidores que nunca dejan de esperar su hueco en grupos donde esperan ser el HIJO RECONOCIDO. ¿De cuánta rabia se aprovecha personas que se creen poderosas para conseguir sus objetivos de venganza? ¿Cuántos usan su rabia como justificante para destrozar a otros a los que no tienen miedo, cuando siguen temiendo y buscando a sus padres  desaparecidos? ¿Cuántos salen cagando leches de casa de sus padres y terminan por meterse en peligros aún mayores con otros que están igual que ellos, pero en otro bando, otro grupo, otra ideología? ¿Cuántos lo han hecho a lo largo de la historia?

Es por eso que muchos que pueden (y no pueden), no desean  tener hijos. Y otros muchos que lo desean, no pueden. La sociedad desquiciada está pasándose por el forro las señales de la Naturaleza. El rencor de un alma que no ha

Todos hemos sido bebés y nuevos bebés están llegando.

Si ya ser bebé y adaptarse a este mundo es difícil para una nueva alma que llega, nacer prematuro y formar parte del 22% de seres NO ENERGÉTICOS DE LA POBLACIÓN MUNDIAL (seres que no generan energía propia, sino que reflejan y/o amplifican la de los demás) aumenta y multiplica por tres las dificultades de salir adelante; yendo con desventaja frente al resto de población. Deseo mostrar que se puede influir conscientemente en la concepción de un nuevo ser antes de traerlo al mundo y hacerlo del modo más amoroso posible. En mi caso, independientemente de mi nivel evolutivo, mi forma de llegar al mundo y ser criada se basó en algo así como «TODO AQUELLO QUE USTED NO DEBE HACER SI DESEA UN HIJO». Por eso, he llegado hasta aquí.

Mi vida estuvo plagada de sufrimiento continuo, extremo y al límite desde el día en que llegué a este mundo, lo que me favoreció una muerte interior no física a medida que crecía, una tras otra a través del dolor, convirtiéndome en lo que soy. Mi cuerpo no murió, pero mi alma renació una y otra vez. Por eso amo.

Ya hay demasiados niños que nacen prematuros A CAUSA DE APRENDIZAJES PENDIENTES DE PADRES Y LA SOCIEDAD QUE LOS ARRASTRA A UNAS CONDICIONES LABORALES DEPLORABLES. ESTOS A SU VEZ, ELIGEN ADENTRARSE EN TENER HIJOS SIN NI SIQUIERA CONOCERSE, SABER GESTIONAR SU TIEMPO Y ENERGÍA O SABER MANTENERSE ELLOS MISMOS. Muchos padres, no dedican tiempo a cuidar el embarazo ni la crianza, porque ambos tienen dos trabajos para poder alimentar a media boca…O por ser más ambiciosos…Depende del caso. NO REPARAR EN EL AGRAVIO DESCOMUNAL QUE ESTÁN GESTANDO, EN EL RESENTIMIENTO DEL HIJO QUE BUSCA A UN PADRE QUE SIGUE ENGANCHADO EN EL ABUELO SUPONE UNA TREMENDA INCOMPRENSIÓN.

LA INCOMPRENSIÓN E IGNORANCIA, GENERARÁN GUERRAS MUNDIALES A TRAVÉS DE LOS MISMOS BEBÉS ABANDONADOS. ¿QUÉ PENSAIS? SIEMPRE FUE ASÍ UN BEBÉ QUE SE SIENTE ABANDONADO, SERÁ UN ADULTO QUE SE AFERRARÁ A RELACIONES DONDE DESESPERADAMENTE ENTREGUE SUS PRINCIPIOS Y SU INTEGRIDAD FÍSICA, ÉTICA Y MORAL, A CAMBIO DE BR AMOR, CUANDO EN REALIDAD MUCHOS TRAVIESOS SE APROVECHARÁN DE SU RENCOR ENQUISTADO

Y muchos continúan preguntándose por qué el llanto del niño es inconsolable.

Muchos siguen sin entender por qué un niño nace muerto, es abortado, o el niño salió antes de tiempo de un útero donde no se puede ni estar del peligro y tensión que percibe en él. Igual que alguien se lanza a recorrer el océano en busca de una vida mejor, con los peligros que conlleva la incertidumbre de navegar meses en una patera, debido a que en su país no se puede ni estar. Al menos lanzándose al océano puede haber una mínima oportunidad de sobrevivir. Ya veo demasiados embarazos y partos tecnologizados, planificados, instrumentados, programados, forzados antes de tiempo. EL MUNDO ESTÁ CIEGO Y SORDO ANTE LAS SEÑALES DE LA NATURALEZA QUE ES SABIA. Y SI ESTO NO SE COMPRENDE, NUEVAS GUERRAS MUNDIALES PUEDEN VENIR. PERO VENGO PARA DECIR QUE PODEMOS EVITARLO, COMPRENDIENDO Y SIENDO MÁS CONSCIENTES. Y ASÍ, JAMÁS HABRÁ NECESIDAD DE MÁS GUERRAS.

Muchos también os dirán lo mismo, yo no soy la única.

Como bebé prematura que fui, siendo PROYECTORA (Diseño Humano) y niña separada de unos padres que trabajaban todo el día, puedo sentir lo mucho que otros bebés que vengan hoy ya estén sufriendo. Es mi deseo ayudarlos, concienciar a los padres y/o futuros padres.

LA CARGA ES INMENSA. NADA PERCEPTIBLE A LOS CINCO SENTIDOS.

Salvo que se haya experimentado algo similar, o el sufrimiento más extremo y aterrador, resulta difícil que estos bebés reciban comprensión a lo largo de su vida. Muchos no son capaces de imaginar el terrible e infernal sufrimiento y dolor que pueden llegar a sentir los bebés prematuros de padres que siempre trabajan, y en base a ello, ni podrán comprender cómo sufrirán de adultos mañana. Las secuelas no son pocas, por pocas que sean.

Cuando era niña, casi todos los niños pasaban tiempo al menos con la madre, ama de casa. Yo soy pionera en el sentido de que no permanecí con mis padres hace treinta años. Cosa que desde hace unos años ya es lo normal para la mayoría de niños cuyos padres tienen ambos varios trabajos; y son criados por otras personas, o pasan el día solos y/o enganchados a la frialdad de unas tecnologías mal empleadas. Y si encima nacen prematuros o reflectores y/o proyectores las dificultades para desenvolverse por la vida les colocan en una posición de desventaja con respecto al resto. Un bebé que nace prematuro y que no es generador o manifestador no genera su propia energía; sino que depende de la que recibe de otros que sí son energéticos y que suponen el 78% de la población mundial (generadores y manifestadores). Si esa energía es densa, llena de odio tenemos un problema pues se están alimentando de una energía sucia, que también amplifican, reflejan y proyectan aumentando el problema mundial. Los no energéticos (proyectores que son el 20% población mundial en auge, y reflectores que suponen el 1% población mundial) NOS VEMOS EN EL BRUTAL DESAFÍO DIARIO DE CONCIENCIAR SIN IMPOSICIÓN, PERO CON FIRMEZA, A LOS ENERGÉTICOS PARA QUE GENEREN ENERGÍA SANA PARA TODOS.

Imaginad eso para un bebé no energético y que nace rodeado de dificultades o con padres y cuidadores energéticos insanos que lo vuelven más inquieto aún. Esa carga no siempre la podrá soportar sin terminar agotado o lleno de enfermedades si la energía no es lo bastante limpia. Lo mismo cuando nos hacemos adultos. Un bebé que llega bajo esas circunstanciasha de realizar un enorme trabajo de salvación para sobrevivir y colocarse en la misma posición de la que parte un generador o manifestador que nacen a término.

Ser un buscador, ha sido lo más doloroso que he hallado en mí, pero lo más revelador y transformador para mi alma. Sufrir hasta el agotamiento de una tortura que temí me hiciera enloquecer por momentos, terminó por convertirse en la llave de mi felicidad, amor y comprensión.

Si muchos niños han de nacer con dificultades y aprender como yo tuve que hacerlo, que así sea. Pues si yo pese a las numerosas adversidades, y precisamnte por ellas, llegué a elevarme y entregarme al amor infinito, otras almas también lo necesitarán.

A mi modo de ver, ser proyector puede ser visto como una putada si las circunstancias no acompañan, pero cuando uno hace que acompañen, ser proyector puede llegar a ser precioso. Para mí resulta muy bonito poder sentir y amplificar de forma natural y sin resistencias todo el amor del mundo que sea capaz de dar, recibir y albergar en mi corazón.

La luz de la comodidad pone una venda al cegar a otros. El sufrimiento continuo hasta comprender, a mí me abrió los ojos. La oscuridad, puede impedirnos ver, pero puede ser capaz de retirar la venda de la ceguera de un alma que lo ha tenido todo más fácil para que comprenda a una que no ha hecho sino comenzar la carrera con desventaja.

Aún cuando cuestiono cada día mis creencias y no me aferro al apego ideológico, muchos podrán pensar que tal vez me haya creído demasiado la película de que soy prematura y proyectora. Muchos me dijeron «deja de creerlo». Podría dejar de creerlo, pero mis bloqueos subconscientes seguirían estando ahí, impidiéndome conocer qué fue todo aquello que me condicionó antes de nacer.

Bien, antes de saber que nací prematura y todo lo que sucedió, y antes de conocer la disciplina y perspectiva del Diseño Humano, siempre tendí a sentir algo extraño en mí. Por lo tanto, ¿qué autosugestión iba a tener? Sentía que siendo yo me hacía ser feliz, pero que en cuanto me acercaba a otros comenzaba a sentir y a creerme que era yo quien no funcionaba bien o que no encajaría en la sociedad tal y como esta está planteada; con gran parte de las veces, el odio como motivación. Cuando todo eran impedimentos por donde pasaba, porque era demasiado consciente hasta para un adulto a quien reflejaba su propia oscuridad, a través también de la mía; el conocer todo lo sucedido en mi concepción, embarazo y parto, todo tuvo sentido. Y saber del diseño humano, me hizo por fin sentir que yo no sobraba en este mundo. Sentí, una enorme comprensión.

Es por ello que animo a otros a que no se rindan en descubrir quiénes son, que no sientan vergüenza por saber más e investigar sobre lo que su alma les pide. Pero me gustaría evitar que otros pasaran por el calvario que yo pasé. Si bien el sufrimiento conduce al amor, el sufrimiento al extremo, también puede terminar por anular al alma. Y por eso, deseo arrojar luz y amor (que no complacencia continua sin cuestionamiento) a todos esos bebés, para que el día de hoy y el de mañana tengamos a unos ciudadanos y gobernantes que YA NO NECESITAN LAS GUERRAS DEL MUNDO PARA HACER EVOLUCIONAR EL PLANETA.

Esta es UNA DE TANTAS COSAS QUE SIENTO HE VENIDO A HACER, mientras me transformo a mí misma Y LLEVO AL MÁXIMO TODO MI POTENCIAL ILIMITADO.

Muestro en todos mis escritos que, una concepción, gestación, y un parto con amor son garantías de un bebé que descansa, que vive tranquilo y se adapta fácilmente a nuestro mundo. Que sólo llora cuando es necesario y no todo el tiempo. Un bebé feliz que descansa y no llega a engancharse de adulto al insomnio. Un bebé bien traído es un bebé que no toma la comida con ansiedad, ni tampoco de adulto lo hará. Y que por tanto, será menos vulnerable a hacer de todo su entorno una adicción.

SI HUBIERA ENCONTRADO UN PARAÍSO DESDE QUE NACÍ, LO HUBIERA VIVIDO DE OTRO MODO. PERO AL HABER ENCONTRADO UN INFIERNO EN LA TIERRA, ME TOCA SER RESPONSABLE PARA MEJORARME Y AYUDAR A OTROS A SERLO. Y TAMBIÉN A VECES, NO ABARCAR TANTA RESPONSABILIDAD Y DEJAR QUE OTROS EMPIECEN A TOMARLA DE UNA VEZ. A VECES SIENTO QUE MUCHOS TOMAMOS LA RESPONSABILIDAD POR TODOS AQUELLOS QUE NO LA TOMARON.

 

NO SÉ DE QUÉ MODO AYUDARÉ A OTROS O ME AYUDARÉ A MÍ.

PERO NO DESCARTO NADA.

A TRAVÉS DE CUALQUIER VÍA O DISCIPLINA, SIEMPRE DESDE EL AMOR, DESEO EMPUJAR HACIA LA TRANSFORMACIÓN MUNDIAL. Y TODO PORQUE YO SÓLO QUERÍA UN HOGAR, Y LA QUE ESTOY TENIENDO QUE LIAR PARA ESO. EN EL FONDO TODOS DESEAMOS LO MISMO.

¡TAMBIÉN PARA MÍ SERÍA MARAVILLOSO PODER DIRIGIR EN EL CINE LAS PROPIAS PELÍCULAS DE MIS LIBROS Y ESCRITOS, PARA HACER EXPANDIR LA CONCIENCIA Y LLEGAR AÚN MÁS LEJOS!

TODOS GANAMOS.

EL CINE ME AYUDÓ A MÍ DESDE NIÑA.

 

 

MI VERDADERO HOGAR: LA MANO QUE DA A LUZ A PALABRAS GESTADAS EN MI MENTE Y ALMA

Y, ¿POR QUÉ NO? PIENSO DISFRUTAR DEL PROPIO CIELO QUE YO CREO EN MI VIDA, SIENDO MOVIDA POR EL AMOR.

YA NO SIENTO ODIO, PORQUE COMPRENDÍ Y PERDONÉ A MIS PADRES, QUE FUERON LAS PERSONAS QUE MÁS DAÑO ME HICIERON. POR ESO TAMBIÉN MÁS ME ENSEÑARON Y ME ENSEÑAN A DIARIO. COMPRENDÍ LO MUCHO QUE SUFRIERON DEBIDO A SU VEZ, A SUS PROPIOS PADRES, MIS ABUELOS. Y ASÍ EN LA CADENA ANCESTRAL.

SÓLO EL AMOR ME MUEVE YA. DESPUÉS DE ESO, YA NADIE TIENE PODER PARA HACERME DAÑO.

Si mis palabras provocan un impacto beneficioso, tal vez ya no sea necesario tanto sufrimiento, ni tantos sanitarios y /o trabajadores agotados (entre otros), porque no habrá tantas enfermedades innecesarias.

Nuestro trabajo sería MANTENERNOS A TODOS SANOS.

Es mejor prevenir, y para eso, es vital saber. Esto es, PREVENIR antes de que el daño se haya hecho.

Mi trabajo es hacer que no nos necesitéis. Que seáis sabios y autónomos, pero interdependientes dentro de una comunidad.

La MAGIA existe. Pero no como muchos piensan. La magia, como todo es necesario aprenderla de forma consciente, y que todos hagamos uso RESPONSABLE de ella para poder verla, sentirla y aplicarla en nuestras vidas.

Esto es una escuela.

 

Ahora, he escogido reunir TODA MI VIDA, sacar todo mi potencial para que este sea verdaderamente valorado por las personas que estén preparadas para escuchar todo lo que he de decir, y que de verdad lo necesiten. Personas que, al igual que yo, valoren equilibradamente su tiempo, su salud, su dinero, su energía, su familia, sus relaciones, su trabajo… TODO.

Me encantaría potenciar todos mis talentos, y hasta donde pueda lo haré para ponerlo al servicio de todos SIN EXCEPCIÓN, incluyéndome A MÍ.

Mi deseo es ayudar a otros a que potencien lo mejor de sí mismos.

Lógicamente, quien mucho abarca, poco aprieta, así que de momento me centraré en exponer lo que mi alma aprende a diario a través de la divulgación. Y luego, quién sabe.

Puede que muchas puertas estén abiertas. Y allí estaremos mi alma y yo para saber verlas.

 

A pesar del dolor que siento a través de otros, y aún cuando hay días en que siento que pueden acabar conmigo debido a su energía densa, su hacer malintencionado y su lengua ENVENENADA; siento un profundo amor por todos los seres del Universo, y todo lo que en él habita.

Aún cuando se comporten de los modos más oscuros. También hubo un tiempo en que yo escuchaba demasiado a mi parte oscura. Les entiendo, siento compasión, pero no dejo que me arrastren en la medida de lo posible.

Por eso hago esto.

 

Trataré de transmitirte lo que a mí me hizo renacer de mis propias cenizas para echar el vuelo hacia la LIBERTAD, la COMPRENSION, la SABIDURIA, la JUSTICIA, la ETICA y la MORAL.

 

 

 

Trataré de proporcionar herramientas para que tú las moldees a tu gusto, pues lo que a mí me sirvió no siempre ha de servirte a ti.

En resumen, trataré de encender una llama hacia la LUZ y el AMOR, aceptando también mi parte oscura.

 

Gracias, mil gracias por leerme.

De corazón.

OS AMO.

NO IMPORTA LA DISTANCIA EN COMPRENSIÓN, EN EDAD, SEXO, GÉNERO, ROL, NI EN TIEMPO NI EN ESPACIO QUE NOS SEPARE.

PUES LA SEPARACIÓN, ES UNA ILUSIÓN.

AL VEROS, ME VEO.

AL VERME, OS VEO.

YA SÉ QUIENES SOIS, PORQUE HE VISTO QUIEN SOY.

ESTÁIS DOTADOS DEL MAYOR AMOR IMAGINABLE. NO LO DEJÉIS ESCAPAR.

VED QUE SOMOS, AMOR.

NOS AMO.

 

 

Bienvenido/a este espacio.

 

Tenemos todos un camino por delante, espero podamos aprender a cada instante, y así descubrir el camino que es único e irrepetible para cada uno de nosotros.

 

Yo me hice la siguiente pregunta en un momento dado:

¿Qué vas a hacer con todo lo que AHORA sabes?

¿Con eso puedes crear el mayor beneficio posible para el Universo?

 

Adelante, ni lo pienses.

 

Resultado de imagen de avanzar

 

Este es mi mensaje de agradecimiento a mi alma, que me enseñó quien yo era cuando todo estaba oscuro.

Para ti mi alma, te amo…»Contigo hasta el final»:

 

 

 

 

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